Mitos y hayedos en Carande

La hermosa localidad montañesa acaba de estrenar un ruta especialmente indicada para realizar en los meses de otoño y para hacer en familia. Se llama Senda Mitológica Leonesa y sorprende al viajero con varios ‘encuentros’ en un hayedo fascinante

David Rubio
11/10/2020
 Actualizado a 11/10/2020
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Los hayedos tienen una forma muy particular de filtrar la luz. Su sombra tiene algo mágico en todas las épocas del año, pero en el otoño tiñen el paisaje de colores que ni siquiera son capaces de atrapar las mejores cámaras de fotos. En ese entorno ciertamente misterioso caben todas las leyendas, los mitos, las fábulas, la tradición que viaja de boca en boca a menudo sin la necesidad de pasar por el papel. 

Carande, pedanía de Riaño, tiene uno de esos hayedos fascinantes en los que adentrarse tiene siempre tiene un punto de inicio de aventura. No es (no era hasta la fecha) uno de los hayedos más conocidos de la provincia, pese a su espectacularidad. Sin embargo, desde hace poco más de un mes, cada día hay decenas de coches aparcados en el inicio de la llamada Senda Mitológica, un recorrido circular que empieza a la salida del pueblo y que supera por poco los 5 kilómetros, sin apenas dificultad y que resulta perfecto para hacer en familia. Es un paseo alucinante. Paralelo al límite del pantano en los primeros metros, se adentra poco después en un bosque denso, con una senda perfectamente indicada junto a un riachuelo... y empiezan las sorpresas. Entre las hayas y los avellanos, sobre las hojas muertas, al viajero le sorprende la silueta de una vieja sentada con una especie de caldero entre las manos. El susto es casi inevitable aunque uno sepa a lo que viene. Es la primera de las cuatro figuras que se reparten a lo largo de esta Senda Mitológica que hace un recorrido por algunos personajes de la mitología leonesa. Tras La Vieja del Monte, el que aparece por la espalda es el omnipresente Trasgu, y luego irán surgiendo el Diañe y la Mora, esta última junto a su propia laguna, apartada unos cuantos metros de la ruta. Son figuras de madera que han sido realizadas por Pepe Llorente, soriano de Covaleda que, entre otros, puede presumir de ser campeón de España de tallas de madera con motosierra.La pandemia retrasó la puesta en funcionamiento de esta senda, pero probablemente no la retrasó tanto como la burocracia, especialmente la de Confederación Hidrográfica del Duero. La idea surgió a raíz de la celebración de la Feria Lucha por la Montaña, impulsada por Carlos Fernández, donde se conocieron algunos de los que luego serían actores principales en convertir esta senda mitológica en una realidad. Su principal impulsora ha sido Camino Gutiérrez, natural de Carande y maestra ahora jubilada, que ha contado con la ayuda de Javier Fernándezde Betula Ingeniería, Alejandro Díez de ‘La senda del hayedo’, Antonio González de la asociación Vadinia, la junta vecinal de Carande y, sobre todo, el Grupo de Acción Local Montaña de Riaño, que ha financiado el proyecto.

«No se trata sólo de hacer cosas, sino que luego hay que mantenerlas. No era nuestro objetivo que esto se masificara, pero sí que Carande se conociera y que se hagan cosas por nuestra comarca, que nadie va a venir de fuera a hacerlo por nosotros», dice Camino Gutiérrez. Pese a ser nueva, la senda ya ha recibido la visita del oso, que ha mordido las señalizaciones (como hizo también algún otro salvaje de Villarroañe). En su tramo final se llega al mirador de Reñuberu, desde el que contemplar Riaño, el pantano, los Picos de Europa y donde, también, hay un buzón para dejar mensajes.
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