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Míster, el cambio

14/06/2020
 Actualizado a 14/06/2020
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La adquisición de las competencias no te hace competente y la gestión sobre diversas áreas o servicios durante esta pandemia lo ha dejado aún más claro. Se ha hablado de la sanidad, que, por motivos evidentes, ha sido la más afectada, y de la economía, que ha caído en picado, como era de esperar, pero no se menciona tanto la educación, especialmente la universitaria, que no ha recibido ni la mitad de atención que se merece.

El Ministerio de Universidades, misteriosamente independiente del Ministerio de Educación, ha tenido que tomar dos decisiones importantes estos meses; una respecto al método de evaluación de este cuatrimestre y otra para establecer el sistema educativo del curso que viene. En ambas ocasiones, la respuesta ha sido la misma: que cada Universidad adopte las medidas que considere oportunas. Ante este titánico esfuerzo que hacen por solucionar todo lo relacionado con el ámbito universitario, solo se puede recordar a Trapero y responder con un «bueno, pues ‘molt bé’, pues adiós».

Asimismo, también han propuesto una combinación de la docencia presencial y la ‘online’ y que los universitarios rotemos en nuestra asistencia a clase. Es cierto que todos hemos hecho pellas alguna que otra vez, pero es una decisión propia y lidiamos con sus consecuencias, por lo que el establecimiento de este sistema que plantean para el nuevo curso es más que cuestionable. Hay que extremar las medidas de precaución para evitar el mayor número de contagios posible en caso de rebrote, pero también se necesita una educación de calidad. Por ello, no hace especial ilusión pagar entre mil y dos mil euros de matrícula para que suban varios PDF con apuntes, para ir a clase dos días a la semana, especialmente quienes son de otras comunidades y han de pagarse un alquiler, o para ir rotando como si de un partido de fútbol se tratara.Sin embargo, esto no parece que vaya a cambiar, por lo que en otoño habrá que buscar la titularidad en el once inicial, pedir el cambio al míster en el minuto setenta y, al igual que ha sucedido en este cuatrimestre, habrá que sacarse las asignaturas con el método Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como.
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