Mirar más al cielo que a la tierra

31/05/2022
 Actualizado a 31/05/2022
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No cabe duda de que somos una de las tierras con más fe en las alturas, con muchas más esperanzas puestas en el cielo que en la tierra, que se fía mucho más de los milagros de las dudosas divinidades que de las realidades de las ciertas autoridades.

Cuandoel campo llora de sequía es una evidencia que se acude con más frecuenciaa sacar a los santos en procesiones y rogativas que se mira a los despachos gubernamentales exigiendo esos riegos que, por otra parte, nos habían prometido cuando firmaron un contrato a cambio de nuestro voto. Pero los dos sabíamos que no se iba a cumplir.

La realidad es que cuando ocurre lo peor en casa te recomiendan la oración de San Antonio mucho antes que las páginas del BOE. Que si la cosa se pone demasiado seria te regalan una imagen de San Judas Tadeo con mucha más esperanza que un póster del presidente del Gobierno, sea el que sea.

Es lo que hay y ocurre así a pesar de que nadie ignora la anécdota del párroco al que fueron a pedir que sacara al Santo en rogativas como último recurso frente a todos los males que se iban acumulando, desde las riadas a las sequías. Y el cura fue muy sincero:

-«Si hay que sacarlo, se saca... pero de llover no está».

Pues ni por esas. La gente sigue mirando primero al cielo.
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