Además en el entorno se encuentran restos de un pasado relativamente reciente de explotaciones mineras. Ambas actividades a lo largo de la historia se han dado en la zona por la que discurre la ruta, que se ha visto potenciada por la inyección de fondos para revitalizar las comarcas que se van perdiendo con el declive de la actividad minera. Con dichos fondos se han adecuado las rutas, construído miradores y paneles informativos y se ha puesto en valor ese pasado histórico e industrial que fue en un tiempo la seña de identidad de la comarca.
La ruta se puede hacer de bastantes maneras: lineal, como aquí se plantea, entre Cistierna y Sabero, lineal comenzando en Sabero o circular desde cualquiera de las dos localidades, aunque acortándola un poco.
Es de reseñar todo el trabajo realizado desde el Museo de la Minería, así como los estudios y aportaciónes de Siro Sanz y su equipo.
Comienza la ruta en el Museo ferroviario de Cistierna, donde se puede apreciar un panel con mapa de la ruta y características del castillo. Desde allí es preciso salir hacia el Puente de Yugueros, en la rotonda del desvío a la Ercina, cruzar el río y la carretera y tomar la vía de servicio del otro lado del río. El camino en esta parte es llano y se ven la minicentral, las vías de extracción del mineral, embalses de la minicentral y diversas escombreras. En un momento determinado existen unos farallones rocosos y entre ellos se divida uno de los ojos de la Cueva del Elefante, formación característica en este punto.
Continúa la ruta hasta llegar a las construcciones mineras hoy casi derruídas y en el más completo abandono. Allí es necesario tomar el camino que sale a la izquierda y que va por el Barranco de Valdetorno, donde se pueden contemplar numerosos vestigios del pasado minero de la zona y a la derecha se puede apreciar el roquedo vertical sobre el que se asienta el castillo, un punto infranqueable para quien quisiera tomarlo.Tras una subida entre rocas se llega a unas praderías donde existe un panel informativo frente al monte donde se eleva el castillo, hay que subir una cuesta, la parte más pendiente del recorrido hasta avistar los restos de la muralla oeste, llegar al alto y ver el aljibe, un pozo bordeado de rocas talladas y al fondo, mirando hacia Peñacorada la torre Este del Castillo o lo que de ella queda.
Conviene descender por el mismo recorrido hasta el panel y en la collada tomar un sendero que bordea la montaña del castillo hasta otro collado dejando a la izquierda el llamado Prao de Fuego y llegando poco después a la collada del Castro. En cuanto el roquedo de la izquierda deja de ser importante se asciende bajando después hacia el Mirador de Vegamediana, desde donde se ven perfectamente las contrucciones de la Factoría minera del mismo nombre bien explicadas en el panel informativo del mirador. Se sigue hacia el Oeste por una vereda bien marcada hasta una valleja, desde allí se asciende hasta otra collada con un árbol solitario, y se sigue a la derecha para llegar al mirador, con vistas a Sabero. El descenso es por un sendero pindio, pero bien marcado con una encina a la mitad del recorrido y un banco atado con una cuerda, desde donde existe una buena vista de Sabero. Se baja al camino que se sigue entre hayas hasta la fuente de Llaneces y desde allí a Sabero, donde finaliza la ruta. Otra opción es cruzar el hayedo hasta el paraje de las Ruedonas, restos de poleas para subir las vagonetas, y descender directamente hasta Sabero.