Miradores sobre la nada

20/12/2017
 Actualizado a 15/09/2019
20-12-2017-a-la-contra.jpg
20-12-2017-a-la-contra.jpg
Imagina lo que fue. Una oficina, un cuarto de una gran empresa minera, la gran empresa minera, un mirador desde el que se veía llegar a los mineros, del amanecer al oscurecer; un mirador desde el que se contaban los camiones para convertirlos toneladas de carbón; un mirador desde el que se adivinaban los dibujos de las siluetas de los pueblos que comían fundamentalmente de la vida que ella les proporcionaba... Un mirador desde cuya ventana se había grabado más de un siglo de supervivencia arrancada a la tierra y el grisú, a las galerías y los accidentes; a las nóminas y las maldiciones en los entierros o los días negros...

Imagina lo que es hoy. Nada. Un mirador sobre el vacío. Una ventana desde la que se ve la desolación y la indignidad de quien lo ha permitido y hasta propiciado. Cada cristal roto es una concesión, una derrota. Un cristal es la llegada del carbón importado mirando para otro lado; un cristal es la firma de los plazos de punto final con la nariz tapada por el hedor a muerto que despedían; un cristal es el burdo espectáculo de tirarse los trastos a la cabeza unos a otros para echarse las culpas; un cristal son las subvenciones a sinvergüenzas; un cristal son los millones tirados a la basura con los planes del carbón...

No quedan cristales. No hay mirador. No hay más que muerte.

A lo lejos se adivina el faedo. No lo maten. No lo quemen. No.
Lo más leído