26/03/2021
 Actualizado a 26/03/2021
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Llevamos una semana en la que por las noches ha caído la temperatura a niveles de bajo cero y eso se ha convertido una vez más en la mayor preocupación de los agricultores bercianos que se dedican a la fruticultura. Es muy duro que casi al inicio del año agrícola llegue una helada y se lleve por delante cualquier expectativa de cosecha, y que haya que esperar un año entero para volver a comenzar otra campaña con la esperanza de que la suerte acompañe y no ocurra otra vez lo mismo. Desconozco si el cambio climático ha incorporado más riesgo al cultivo de la fruta en El Bierzo, aunque creo que siempre lo ha habido, pero sea como sea hay que luchar contra esta inclemencia climática con medidas exitosas que garanticen la continuidad de estas producciones, ya que de ellas depende una parte importante de la economía de la comarca. Los seguros agrarios pueden garantizar parte de las rentas, pero lo que no garantizan son producciones, y sin estas no funcionan las cooperativas ni otras empresas agroalimentarias, ni es posible fidelizar a los compradores y consumidores. Por lo tanto, para tener estabilidad en las rentas de los productores y garantizar suministro a las cadenas de distribución, hay que luchar con los medios técnicos contra inclemencias climáticas como pueden ser las heladas o las tormentas de granizo. La instalación de costosos sistemas que protegen los cultivos más intensivos contra el mal tiempo requiere de fuertes inversiones que deben de estar apoyadas por las administraciones públicas en mayor medida de lo que lo están en la actualidad, y requiere sobre todo de una estructura de la propiedad muy distinta a la que hoy tenemos en El Bierzo. Ciertas inversiones no son técnicamente posibles ni económicamente viables si no es para parcelas de un determinado tamaño, y ahí es donde debe de intervenir una actuación en concentraciones y reconcentraciones parcelarias acompañado de medidas incentivadoras para la compra de tierras por los profesionales o de suscripción de contratos de arrendamiento a largo plazo. Además de una urgente modernización del regadío.
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