Minas romanas de la Leitosa o las Barrancas Rubias

Una ruta con inicio y final en Veguellina de Paradaseca con varios lugares de interés histórico

Vicente García
27/11/2020
 Actualizado a 27/11/2020
Mirando hacia las Barrancas. | VICENTE GARCÍA
Mirando hacia las Barrancas. | VICENTE GARCÍA
Todo en mundo conoce las explotaciones romanas de las Médulas, pues son las más grandes y espectaculares llevadas a cabo con el sistema «ruina montium», es decir desplazamiento de grandes cantidades del terreno para ser analizadas extrayendo el oro. Sin embargo existen otras minas más pequeñas explotadas del mismo modo que se encuentran en la comarca de la Somoza en los Ancares. Son las minas de la Leitosa, denominadas por las gentes las «Barrancas Rubias» por su verticalidad y el tono de su tierra.

Para realizar esta ruta se puede comenzar en una u otra ladera, bien desde el pueblo de Prado de Paradiña, bien desde Veguellina de Paradaseca. La propuesta que aquí se hace comienza en esta segunda población y asciende por un camino que al final se convierte en cortafuegos, para bajar a la explotación ascendiendo a los dos miradores de las minas y bajando de nuevo hacia una construcción del siglo XVIII, la Ferrería de Godoy, hoy en ruina, para volver de nuevo al inicio de la ruta.

Es preciso comentar que existe una variante más suave siguiendo por el soto de castaños que se hace a la vuelta y tras cruzar un arroyo se toma un camino más llevadero que va al inicio del sendero de las Traviesas, evitando así el duro cortafuegos y la bajada.

La ruta


La ruta se inicia en la pequeña y acogedora localidad de Veguellina de Paradaseca. Es necesario cruzar el río Burbia y para ello se debe subir hasta la carretera, ir en dirección Norte para, después de pasar las últimas construcciones, tomar un camino que sale por la derecha y bajar hasta el río, cruzando un puente de madera para seguir por la otra ribera del río. Tras un recorrido al lado del río que lleva casi hasta encontrarse enfrente del pueblo, se toma un camino que sube hacia la izquierda, con fuerte desnivel que pronto hace que se vea Veguellina por debajo. El camino va haciendo varios fuertes zig zags, cruzando el cortafuegos que baja derecho. Tras unas cuantas revueltas el camino acaba y hay que subir directamente por el cortafuegos, cercano al pinar, sin hacer caso de caminos laterales. Cuando el cortafuegos deja de subir directamente y se suaviza yendo hacia la izquierda, hay que tomar un camino que sale hacia la derecha. (Si se desea puede seguirse el camino del cortafuegos que lleva al alto de 1.083 metros, pero hay que volver al punto donde sale el camino). La vista hacia las montañas de los Ancares desde el final del cortafuegos y desde el pico es interesante, pues se ven las altas cumbres de los Tres Obispos y el Cuerno Maldito.

Desde ese punto se sale por un corto camino a una pista desde donde se ven las Barrancas Rubias, con su característico color rojizo similar a las Médulas. Se sigue por la pista hacia la derecha bajando hasta llegar a la base de las Barrancas, donde se ve un camino que sube desde los prados de Veguellina, que facilitaría algo más la subida y sería una alternativa más cómoda que el cortafuegos, sobre todo si se va con niños, aunque la ruta del cortafuegos es algo más espectacular.Una vez que se llega a la unión de la pista con el camino hay un desvío hacia un sendero recientemente desbrozado que sube por el borde de las Barrancas. En un principio no hay barandillas, por lo que hay que tener mucho cuidado con asomarse hacia el abismo, pues en algunos tramos hay viseras de tierra que pueden caer y es peligroso. Más tarde hay barandilla y avisos de posibles caídas. El mirador de las Traviesas se encuentra en la parte más alta y rodea con la barandilla la zona desde donde descienden los cortados, viéndose todo el sistema de explotación de las minas por el sistema «ruina montium» los restos de algún canal, los estanques y cómo abajo llegaban los aluviones de tierra que se limpiaba para extraer el oro, quedando unos enormes restos de material en forma de montículos en la actualidad llenos de vegetación. Hacia el Oeste se ve la cumbre de la Peña do Seo.Continúa la senda siguiendo el borde de las barrancas para bajar de las Traviesas y llegar a otra de las pistas que van por la zona, de allí se sube por senda al Teso Dorrego donde hay otro mirador desde el que se ven perfectamente las barrancas y todos los restos de la explotación aurífera por parte de los romanos. Desde el mismo mirador baja un cortafuegos no tan empinado como el inicial que va descendiendo por la ladera de la montaña hasta llegar a una pista que se sigue hacia la izquierda para llegar a la Ferrería de Godoy, una construcción del siglo XVIII en ruinas que según dicen nunca llegó a funcionar completamente. Además se puede ver un calero y en el espacio anexo han instalado un área recreativa con barbacoas y una fuente que se encuentra un poco deteriorada.

Tras la visita a la Ferrería se sigue por el camino paralelo al Burbia, de vuelta hacia Veguellina. Conviene ir por el de arriba, sin bajar a los prados, pues habría que superar alambradas y otros obstáculos, por lo que el mejor camino es el señalizado para la ruta, que pasa por un soto de castaños, vuelve al cruce donde se tomó la subida al cortafuegos y finalmente tras cruzar el puente de madera llega a Veguellina donde finaliza la ruta.
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