Pero la impresión que tienen Nati, Sofía y todos los que este miércoles iban detrás de la pancarta que rezaba ‘El tren es nuestro, que no nos lo quiten’, «es que nadie quiere hacer nada con esto».
Poca esperanza mostraban también los representantes de los sindicatos ferroviarios que habían convocado la manifestación, que logró congregar a varios miles de personas –alrededor de 4.500–. «Mucho nos tememos que el próximo año nos veremos de nuevo aquí, porque al final esto se acabará cerrando por la inacción de los gobiernos, no va a hacer falta que lo cierre ningún ministerio», decía Santos Jiménez, secretario del comité de empresa de Adif. Y si no encuentran una solución a los problemas del reglamento para que el tren circule por zona urbana, «que vuelvan al sistema antiguo». Reconocen que «quien sea cargado sobre todo esto ha sido el PP», pero de momento tampoco han tenido noticias del nuevo Gobierno y, ya lo avanzaba ayer Jiménez, «a nosotros no nos da lo mismo que se cierre Feve», así que «daremos de plazo hasta finales de año» y si no hay avances seguirán con las protestas.
Siete años esperando
Varios miles de leoneses salían a la calle para defender el tren de vía estrecha, el tren de Feve, que lleva siete años esperando que culmine un proyecto de integración que sacó de la ciudad este medio de transporte. Precisamente este miércoles miércoles 19 de septiembre se cumplían siete años desde que el último tren entró en la estación de Matallana para quedarse en La Asunción e iniciar un proceso de declive.La protesta convocada por los sindicatos ferroviarios respondía a la dejadez, criticaban, de los distintos gobiernos que han estado dejando morir este tren que consideran vital para combatir la despoblación y dinamizar el medio rural.
Una manifestación contra las distintas políticas sucedidas en estos últimos siete años que, sin embargo, este miércoles contó con el apoyo de políticos de todos los signos.
En todo caso, el protagonismo lo tenía la calle, los leoneses que defienden la pervivencia de ese tren, la culminación de un proyecto que está expensas de la aprobación de un reglamento que le permita circular por zona urbana, «como ya estaba previsto que pasara cuando se inició el desarrollo y como sucede ya en otras ciudades como Alicante», recriminaban los sindicatos.
El objetivo, según señalaron desde los sindicatos convocantes, no es otro que «luchar contra el deterioro permanente del servicio, que se ha agravado últimamente más» hasta llevar a «una situación más que complicada».
El portavoz del Sindicato Ferroviario Intersindical, Amador Hernández, explicó que el problema «es de voluntad política» respecto a un servicio «fundamental para León y la cornisa cantábrica», por lo que «es el momento de que León manifieste su voluntad porque no merece este castigo y tiene que tener la Feve porque es una herramienta de desarrollo».
Por portavoz de UGT, Pedro Aller, apuntó que el servicio ha disminuido en un 50% de los viajeros, ante lo que afirmó que «si en la situación en la que ha estado durante los siete últimos años» solo ha descendido en dicha cifra, «se trata de un servicio absolutamente necesario para la población», así como un «eje de desarrollo para la población de la montaña occidental de la provincia de León».
Entre cánticos como ‘Feve no se vende, Feve se defiende’, ‘Por un ferrocarril público y social’, ‘La clase obrera en guerra, Feve no se cierra’, ‘La lucha es el único camino’ o ‘Los pueblos se salvan luchando’, varios miles de personas recorrieron las calles de León en la manifestación que partió de la plaza de San Marcelo y finalizó en la Estación de Matallana, donde el dibujante José Manuel Redondo, ‘Lolo’, fue el encargado de leer el manifiesto.