09/09/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Desde que lo dijera la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, a una reportera, parece que lo de «bonita» funciona como un karma entre las mujeres del poder. Y así lo hace la nueva consejera de familia e igualdad de oportunidades de Castilla y León, Isabel Blanco, una de las tres que forman el gobierno de Castilla y León, y que acaparan, entre las tres, el 80 % del presupuesto. En una entrevista, en ABC, de 28 de agosto, declara que la suya «es la consejería más bonita porque llega a las personas». Y el cronista se pregunta: ¿A quién llegarán las otras?

Las personas parecen ser los mayores, los jubilados, los que tanto esquilman al sistema y con los que nadie parece saber qué hacer. «Vamos a potenciar el envejecimiento activo para que no se necesite ir a una residencia», declamara la Sra. Isabel; para, a continuación, desgranar sus tres grandes retos: 1º Las familias y la conciliación, 2º La igualdad de oportunidades entre todos, 3º La apuesta por la inclusión.

Y, en viniendo a lo primero, se pierde la entrevistada en un laberinto de vaguedades sin responder nunca a si hay suficientes plazas en las residencias de ancianos y si en las que hay se dispensa el tratamiento correcto. Nada que añadir a los 6 viejos que, sólo en Valladolid, han sido hallados muertos en sus domicilios este verano, como no sea un lacónico: «Hay que buscar nuevos métodos para combatir la soledad de nuestros mayores». ¡Milana bonita¡, se lo dice este cronista que ya es más que mayor: Si las tres mujeres que gestionan el 80 % del presupuesto de la Junta tuvieran, de verdad, la intención de mejorar las vidas de este colectivo, lo primero que tendrían que hacer es dejarse de palabritas y acudir a los centros donde se congregan los ancianos para preguntar: ¿Cómo estáis?

Nacida en Madrid, «zamorana de adopción» se declara doña Isabel que dice ser feminista, ideario que define como: «el feminismo es llegar donde tú quieres». Así es como llaman los ingenieros de puertos y caminos, ella lo es, a una definición exacta y certera, al parecer. No como la socialista Carmen Calvo, que, cuando la preguntaron por el feminismo, declaró. «Bonita, el feminismo nos lo hemos currado los socialistas». Entre bonitas anda el juego, pues. Cuando en 2011, su primer año de ‘entrar en acción’, a la Sra. Isabel le preguntó el portavoz del PP qué cargo prefería, ella le pidió Fomento y él le concedió Educación. Debió ser entonces cuando visionó ‘Los santos inocentes’ por segunda vez y lo de ¡milana, bonita! se le quedó.
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