Al contrario de lo ocurrido el año pasado, en que se hizo público el cartel (incompleto) del Purple Weekend en el mes de octubre, los seguidores del festival mod ya tuvieron conocimiento del mismo en el mes de julio, donde se dieron a conocer sus dos cabeceras de cartel, The Charlatans, en su único concierto en España, y The Fleshtones, además de otros importantes grupo nacionales y extranjeros que conforman una de las ediciones más atractivas de los últimos años. «Había que hacerlo así porque cuando traes una banda importante tienes que anunciarlo con mucha antelación. La idea era haberlo anunciado incluso antes, pero por diferentes motivos se fue postergando», reconoce Llorente. «Además –matiza Álvaro Ferrero– el año pasado fue excepcional porque todavía estábamos saliendo de la pandemia y dispusimos de menos de un mes para la contratación de las bandas porque hasta el último momento no estaba claro si se haría o no».
Por suerte esa incertidumbre ya no existe y los responsables de la programación del Purple Weekend han podido trabajar con más tiempo y mayor presupuesto que en la edición anterior, pues las instituciones han aportado cantidades superiores, 60.000 euros por parte del Ayuntamiento de León como patrocinador principal, 13.200 euros por parte de la Junta de Castilla y León y cantidades también superiores por parte del segundo gran patrocinador, Estrella Galicia, y demás firmas. «Hemos tenido más tiempo para mirar los grupos y desde el punto de vista artístico hemos contado con el asesoramiento de Álex Cooper», indica Llorente, al que también agradece que se haya hecho cargo de toda la actividad cultural que rodea al Purple a través de la Fundación Club 45 que tiene su sede en Santa Colomba de Somoza.Esa implicación del líder de Flechazos ha dado como resultado una vuelta a los orígenes del festival, «que fuera más mod, al contrario que en ediciones anteriores que era más garage, más rock’n’roll», sostiene su director musical, para quien la incorporación de una banda legendaria como The Charlatans no ha sido un golpe de fortuna sino la perseverancia de sus organizadores, que desde 2019 estaban tras la pista del grupo de Birmingham y también de 091, una banda que sigue siendo una asignatura pendiente. «Hubiera sido un buen fichaje, pero no ha mostrado ningún interés pues ni siquiera han contestado».Por lo que se refiere a The Charlatans, Miguel Llorente reconoce que ha sido complicado sacarles del Reino Unido «porque ellos tienen allí un circuito de clubs y son muy reacios a salir del país. De hecho, que sepamos, no tienen ninguna otra fecha en Europa».
Los responsables del Purple Weekend estiman una media de 1.500 personas al día. «Todo lo que supere esa cifra se da por bueno. Ha sido el pasado fin de semana cuando se han disparado las ventas. Yo creo que el jueves va a ser un día más flojito, pero la cosa se va a animar a partir del viernes con la presencia de The Fleshtones y el sábado es el día de mayor venta de entradas individuales gracias al efecto The Charlatans», indica Llorente, que a la pregunta de si el Purple podrá permitirse el lujo de traer algún año a una leyenda como Van Morrison, la respuesta es que estamos todavía algo lejos, «pero no tanto –apunta Ferrero– porque según las cifras que manejo son 20.000 euros más que The Charlatans».
Aunque este año se ha intentado recuperar el espíritu mod con el que nació este festival, los responsables del Purple Weekend son conscientes de que no se ha producido el necesario relevo generacional y que los mods de los noventa tienen ahora 30 años más. «Desde hace algunos años el público del Purple es demasiado mayor, por eso conviene captar audiencias más jóvenes. Yo creo que este año el margen de edad va a ser entre los 40 y los 60. El año pasado incorporamos una serie de bandas que contribuyeron a llamar la atención de gente joven que ni siquiera conocía el Purple, si bien es verdad que nuestra prioridad sigue siendo captar a un público que actualmente ronda los 45 años, que cuenta con gran poder adquisitivo, que se mueven muchísimo, comen en los restaurantes y van de tiendas. Entre 40 y 50 años es el público perfecto para el Purple», sostiene Llorente, al que no le preocupa en absoluto la proliferación de festivales en León, algunos de ellos en una línea similar a la del Purple Weekend, como es el caso de ‘Lexplotation. León es acción’ que está dirigido por antiguos cargos del Purple. «Yo veo muy bien que León se anime culturalmente de esa manera. Sobre las personas que llevaban antes el Purple, ellos optaron por un rollo más garage, más canalla, y nosotros lo queremos hacer para otro tipo de públicos, recuperando este año por ejemplo el espíritu mod de los comienzos del Purple», destaca Llorente, buen conocedor junto con Álvaro Ferrero de la evolución experimentada por el festival en los últimos años como responsables que fueron de las barras. «Cada vez echamos en falta a más gente. Hay gente que falla, que fallece o que cambia de vida», argumenta Ferrero, para quien el traslado del festival de las antiguas dependencias del CHF al Palacio de Exposiciones solo ha reportado ventajas. «Creo que se ha ganado en comodidad, porque el CHF era un local obsoleto y con problemas de seguridad. Con el Palacio de Exposiciones se ha ganado en todo, en seguridad, en comodidad, en sonoridad y en la buena imagen que una instalación de estas características ofrece al visitante», concluye Llorente.