25/02/2020
 Actualizado a 25/02/2020
Guardar
Si nos preguntamos qué fue antes, el huevo o la gallina, será difícil ponernos de acuerdo. Y si preguntamos qué es antes, la cuaresma o el carnaval, muchos dirán que el carnaval, dado que se celebra domingo, lunes y martes, y la cuaresma empieza a continuación el miércoles de ceniza. Olvidan que primero fue la cuaresma, que se tomaba tan en serio, con sus ayunos y penitencias, incluida la de no probar la carne durante cuarenta días, que se inventaron unos días de juerga para aprovechar a tope antes de que comenzara el tiempo penitencial.

La duda más que razonable que tenemos es si ahora la cuaresma puede pasar totalmente desapercibida y que el carnaval, de una u otra manera, se prolongue a lo largo del año. Y eso que la Iglesia no anda con bromas y trata de recordar con un signo tan elocuente como la imposición de la ceniza que somos mortales. En un mundo de escépticos y relativistas en el que existe una gran predisposición a rechazar las verdades absolutas, en el que muchos dicen no creer en nada, hay una verdad incuestionable: «Acuérdate, hombre, de que eres polvo y al polvo volverás».Recordar y asumir esta verdad debería suponer poner fin al carnaval, esto es, quitar el verdadero disfraz, que es el engaño de vivir como quien no piensa morir nunca, ni se plantea las verdaderas cuestiones sobre el sentido de la existencia.

Con frecuencia muchas mamás y papás que tanto empeño e ilusión ponen en la confección de los disfraces de sus retoños, para disfrutar viendo cómo desfilan, no se atreven a hablar con ellos de los temas que afectan a la verdad más profunda del ser humano, y así les ocultan el tema de la muerte, como un tema tabú, para que no se traumaticen. Si muere el abuelo o la abuela no quieren que los vean. Hoy día apenas se ven niños y jóvenes en los entierros. Creemos que es un gran error y un engaño.

Vivir sin interioridad, preocupándose solamente de las apariencias y de la satisfacción inmediata de nuestros deseos o instintos, sin más preocupaciones que los bienes materiales, es una manera de vivir disfrazados y engañados.

Este año nuestros escolares tienen vacación no solo el lunes y el martes, sino también el miércoles de ceniza. Muchos no tienen ni idea de lo que es este rito, porque nunca lo han visto. Me recuerdan a aquel señor que fue a misa un miércoles de ceniza y al llegar a donde el cura sacó la lengua, como si fuera a comulgar… En realidad solamente hay dos opciones: tomar en serio el sentido cristiano de ese día o hacer de él un miércoles de carnaval.
Lo más leído