Mi vida sin ti

Ahora que se acercan las vacaciones y buscaremos tiempo para esos pequeños placeres que hemos ido aplazando este año, estoy terminando la lista con los libros pendientes, con sitios a los que ir de excursión o a comer. Entre playas y paseos, quiero revisar algunas de mis películas preferidas y ver otras para las que nunca hubo tiempo a pesar de las ganas. Este verano quiero repasar cuantos más títulos de Isabel Coixet mejor. Cómo me gusta. Esta semana me he acordado de su ‘Mi vida sin mí’, una cinta maravillosa de 2003 en que Sarah Polley borda el papel de una chica de 23 años con una existencia aburrida y gris. Tiene un marido en paro, una hija riquísima, una madre y un trabajo espantoso del que malvive. Aunque es joven y monísima y algunos dirían que lo tiene todo, su vida es una triste sucesión de rutinas tediosas que cambia tras un reconocimiento médico en que le detectan una enfermedad mortal. Desde ese momento, qué paradoja, Ann descubre los placeres de estar viva. Recupera las ganas y exprime cada segundo que le queda dedicándolo a disfrutar y a ‘arreglar’ cómo será la vida de los que ama cuando ella ya no esté...

No es el caso, pero me acordé de esa peli al pensar en la tristeza de varias personas al morir su gran amor... El filósofo Gustavo Bueno falleció el domingo, dos días después que su mujer, Carmen. El mismo día, el padre de Lolo, apenas unas semanas después que su mujer... ¿Casualidad?
Más dolor: durísima la carta (¡búsquenla!) que escribióLeonard Cohen en las últimas horas de la musa que inspiró su tema ‘So long, Marianne’... Una historia de ‘sólo’ amor de 7 años marcó de por vida al cantautor canadiense, que se despide de Marianne con un "Somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos".

Hace unos meses, me conmovió una turbadora entrevistaa Fernando Savater en el periódico argentino Clarín. El filósofo –que acababa de enviudar tras 35 años con su mujer, Sara– anunciaba que no escribiría más... "Doy por acabada mi vida. Yo escribía para que ella me quisiese más".
Hoy pienso en Andrés. En cómo lucha por sobreponerse al adiós de su querida Merche. En lo difíciles que deben de resultarle los días sin su todo. Tu vida, sin parte de ella... Con todo, siempre sonríe.