«Mi pintura leonesa tiende más a una tonalidad pastel»

La pintora cubana Olga Lili Ricardo es una de las artistas que conforman junto con Luis Fernández Hebrero, Jesús Coyto, Fermín García Sevilla y Julián Ortiz la exposición colectiva de verano de la céntrica galería Alemi en la capital leonesa

Vicente García
17/08/2022
 Actualizado a 17/08/2022
Olga L. Ricardo es una pintora de origen cubano que desde hace un tiempo reside en León. | Vicente García
Olga L. Ricardo es una pintora de origen cubano que desde hace un tiempo reside en León. | Vicente García
Olga L. Ricardo procede de Holguin, en Cuba, aunque su devenir artístico se ha forjado en la Habana, donde ya tenía un nombre y un estilo. Cruzó el charco y se presenta en la ciudad de León, donde vive desde hace tres años y esta es su primera exposición en la galería Alemi. Sus obras creadas en su tierra cubana son muy diferentes a los cuadros que ha pintado en tierras leonesas y así lo reconoce: «Considero que el traslado de Cuba a León me ha afectado en la pintura, desde el colorido fuerte de la Habana he cambiado de tonos, como más a pastel en esta mi nueva etapa leonesa».

Al hablar de su estilo pictórico cree estar entre lo surrealista y el simbolismo y sus cuadros, aparte de ser un estallido de luz, lo son de ideas. Tiene con los surrealistas esa necesidad de plasmar el tiempo en su devenir incluyendo relojes en sus cuadros y creando paisajes y elementos imaginarios y difíciles de entender. Para ella «esto es mi forma de pensar y de entender la realidad».

Firma con el nombre de Lili, que es su segundo nombre y los dos cuadros que se diferencian al resto están pintados en el tiempo en que ha vivido en León, como ella misma comenta: «Es el homenaje que le hago a León, con las primeras impresiones que tuve cuando entré por las puertas de la catedral, con el arco de la cárcel, con el misterio de lo antiguo y lo medieval de las murallas, quise hacer una cosa dedicada a la ciudad que me acogió».

Pinta con óleo sobre lienzo y su forma crear la explica así: «esbozo un poco la pintura y a continuación lo demás sale según lo voy pintando». En general todo lo que pinta sale de su imaginación partiendo de la realidad, «la única cosa que hay en esos cuadros con modelo es la hoja, todo lo demás es de mi cabeza, no uso modelos, la hoja es un árbol mágico y curativo mítico que se usa mucho en la religión primitiva, la yagruma, que tiene una cara blanca y otra verde oscuro y se usa en Cuba como protección. Se trata de una hoja protectora contra los malos augurios. También la puse como una especie de máscara, porque es una máscara en la vida con la dualidad bien-mal», asegura la artista.

Se trata de una obra cargada de simbolismo, pues hay diferentes elementos que la componen siempre aludiendo a la vida y al bien y el mal y muchos guiños al surrealismo y a otros autores como Magritte, aunque quien a ella le gusta realmente es Picasso, como reconoce, y todas estas aportaciones se ven en las obras que expone en la colectiva de la galería Alemi.

Además de Olga hay otros autores que ya conocemos por exposiciones anteriores en la galería.

Jesús Coyto ama la pintura y ama el esfuerzo de pintar, sus pinturas no solamente envían un mensaje, sino que están llenas de poesía que sale de su interior con un trabajo extraordinario. Pinta series de cuadros como él mismo explica: «Para mí la idea es una excusa para hacer un cuadro. Cualquier tema que a mí me pueda suponer una motivación para pintar un cuadro lo uso. Procuro no pintar un cuadro, luego otro y otro, sino que me planteo una serie de cuadros que tienen una relación, una homogeneidad, que pueden representar lo que sea, puede ser un viaje a Varanasi, como un viaje a Boñar en León. Para mí el tema siempre es una excusa para pintar». Por ello se fija en una idea, como la del cine y crea una serie con películas importantes de ocho o diez
cuadros. 

La pintura de Luis Fernández Hebrero es una pintura muy trabajada, estructurada desde el comienzo en la preparación de los lienzos y a lo largo de la elaboración de sus cuadros con el pincel y la espátula modificando contornos, raspando, utilizando colores suaves y fuertes y creando con este modo de hacer unos ambientes especiales en los que recrea momentos que las personas pueden sentir sus vivencias más singulares de un modo tan especial. Sus paisajes son manchas de color, golpes de luces distribuidos por el cuadro de un modo que nos hace ver una sebe, un pueblo o un grupo de casas blancas, un lindero, una calle con árboles a los lados, una marina y todo ello con unos colores contrastados que son los que realmente dan vida a las pinturas, lo mismo ocurre con sus jarrones y sus bodegones en los que las manchas de color se distribuyen por el lienzo de un modo que podamos intuir esos objetos que el autor esboza con sus golpes de espátula y pincel.

Fermín García Sevilla
es un pintor manchego de Tomelloso, referente a nivel nacional del paisajismo moderno, que disfruta al plasmar la naturaleza de su tierra, aunque se mueve por toda la geografía española e incluso del exterior. Él mismo reconoce que no tiene predilección por ningún tipo de paisajes: montaña, marinas, panoramas, aunque los paisajes manchegos, los de su tierra son los que más aparecen en sus cuadros.

Julián Ortiz es el único escultor y sus figuras estilizadas son un portento, instantes de la vida en forma de personas realizando ejercicios variados, deportes en metal y además otras de figuras en resina o bien caras muy extrañas en una especial forma estilizada de presentarlas.

Una exposición para ver y sentir por las dos novedades que presenta y toda una obra diferente para los leoneses, que estará durante todo el mes de agosto en la galería Alemi.
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