La pandemia condicionó en buena medida la promoción de
‘Madre de buitres’, segundo álbum de la banda leonesa de rock
Mezcal, que fue grabado en 2019 en los avilesinos estudios
Tutú. De hecho la presentación del disco anunciada para el 20 de marzo de 2020 en
El Gran Café tuvo que ser cancelada a consecuencia de la declaración del estado de alarma y el concierto no se pudo celebrar hasta el 18 de septiembre de 2021 en el mismo escenario.

La banda la componen experimentados músicos procedentes de bandas como Los Monos Orientales Charlie, Demodé o Cödec. Entre ellos destaca el bajo y solista del grupo
David Riesco, que ya entonces reconocía en declaraciones a
La Nueva Crónica la dificultad de ‘ser auténtico’. «Cuando empiezas a tocar siempre tienes influencias de mucha gente y tiene que pasar mucho tiempo y muchas horas de concierto hasta lograr tu propio sonido, que es lo que te va a dar tu verdadera identidad como grupo. Sigue siendo Mezcal, aunque pienso que este último disco puede ser un poco más sureño, más rockero», comentaba el cantante de la formación, que reconocía entonces que «siempre hemos estado al pie del rock de los setenta y el metal».
Sobre el título del segundo álbum, ‘Madre de buitres’, comentaba Riesco que alude «a la percepción pesimista que el grupo tiene de la sociedad que hemos construido. «Creo que cada vez hay más buitres y lo peor es que cada vez hay más madre de buitres», declaraba el líder de la banda, para quien el disco lo componen ocho canciones que hablan de amor, de desamor, de carretera, etc. «El rock es algo divertido donde no tiene cabida la política», sostiene el bajista y solista de Mezcal.