Metaverso navideño

Una de las cosas que tiene ser leonés es que las Navidades suelen ser sinónimo de tener que prepararle la cama a alguien de visita en casa o, si por circunstancias que tienen que ver normalmente con el trabajo que no han encontrado en esta tierra, tener que viajar para pasar estos días con la gente cercana.

Son probablemente estas dos semanas las más felices del año para los pocos que quedamos aquí, que por unos días disfrutamos de una especie de salto atrás en el tiempo en el que tenemos a una llamada y media hora la oportunidad de ver a aquellos que normalmente están a un tren o un avión de distancia. Reunir a los amigos del colegio o de la universidad como si el tiempo no hubiera pasado y la vida nos hubiese llevado por caminos bien diferentes aporta tanta felicidad como vacío dejará su marcha finalizadas las fiestas.

Desde Madrid, Barcelona, Valladolid, Berlín y hasta Los Ángeles llega estos días la felicidad para los leoneses en un éxodo que según pasan por los años no solo parece seguir siendo inevitable, sino que cada vez va a más. El Gobierno de España ponía a la provincia como el epicentro de la despoblación en España, la joya de la corona de uno de los grandes problemas que sufre este país. Porque parece que para eso y poco más queda esta tierra, a la que de forma cada vez más evidente quieren convertir en el sustento de otras a base de ‘reventar’ su territorio, un entorno que muy pocos pueden igualar.

Así que aprovechen estos efímeros días de felicidad, en los que los atascos en la ciudad saben bien y las colas se celebran. Lo que debería de ser y no es en lo que prácticamente parece ya un metaverso, seguramente el único que merezca la pena.