Mesa por primera vez a los 23 años

Llegaron dos tipos a primera hora de la mañana, habían votado por correo, pero insistieron en volver a hacerlo. Tras una disputa consiguieron que se marcharan. “Esto aún no ha empezado y ya se ha liado, la que me espera”, fue el primer pensamiento de Jorge Rodríguez Sarabia, trepalense de 23 años que, este domingo, ha tenido que acudir a la llamada de la democracia por dos razones: la primera como derecho, para votar en las elecciones municipales, la segunda como deber: le ha tocado ser mesa.

“Al principio me dio mucha pereza”, confiesa en declaraciones a La Nueva Crónica durante una breve conversación telefónica, “tener que estar todo el día aquí metido, pero bueno, es lo que hay y tampoco tenía ningún plan especial para este fin de semana”, continúa.

Rodríguez suele bajar los fines de semana “al pueblo”, comer con sus padres, echar el rato. A diario trabaja con una beca de administrativo en León capital. Sus planes de domingo apenas se han alterado un poco. Además, confiesa, a ratos le acompaña algún colega.

“Es un pueblo, somos pocos, no es tanto como parece”, comenta tranquilo, pero enseguida tiene que colgar. De fondo, el bullicio de un colegio por el que, poco a poco, van goteando, en democrática procesión, los habitantes de Trobajo del Camino.