Mentir y tergiversar

Salvador Vidal es un senador del PSOE por la circunscripción leonesa. Y Carmen Morán, también. Y, pese a ello, apenas si son conocidos o reconocidos por la calle –por la gente a quienes representan–, lo cual no es óbice para que en su matriz política sepan hasta lo que desayunan. Eso sí es posible. Quizás y gracias a ese emboscado anonimato se hayan convertido, en León, en pistón y proyectil contra la bajada del IVA al 10% de las peluquerías y establecimientos afines a la restauración corporal. Que, aunque suene pedante, es así. El sector, muy castigado durante la pandemia, seguirá con el 21%, salga el sol o caigan chuzos.

Pues bien, la rebaja del impuesto, defendida y contextualizada en el Senado por el exalcalde, Antonio Silván, fue abatida, luego, por los de la ‘concordia’ y los indultos. Como si los profesionales de la peluquería y del esteticismo fuesen casta aparte. Un sinsentido de los muchos que practican los socialistas con nuevo carné sanchista. Que es cosa muy diferente.

Y hete aquí, que Vidal y Morán, a dúo y cogiditos de la mano, sacaron los pies del tiesto para justificar la postura de sus ‘amos’ y bienhechores. Y en franca majadería populista –que lo es– aseguraron, para retorcer el asunto, que dado que el PP de León renovará sus cargos en breve, esperaban que ‘los nuevos’ dejaran de mentir y tergiversar. De mentir y tergiversar… Y lo dicen dos socialistas, sociolistos, socialistes –que tiene huevos–, a los que se les debería caer a pedazos la cara de vergüenza, por agachar la cerviz ante el político más mentiroso y enredador de la historia de la democracia: Pedro Sánchez. Un personaje siniestro, sin palabra de paisano y huérfano de la más elemental dignidad política. Un desahogado. Y un tahúr.

Mentir y tergiversar… ¡Qué risa! A Sánchez lo dejó en ridículo –porque es un ridículo en sí mismo, como lo acredita su ‘entrevista’ con el presidente Biden– el independentista e impresentable Gabriel Rufián el pasado miércoles, durante el debate en las Cortes. Refiriéndose al pretendido referéndum ilegal en Cataluña, le soltó: «… también dijo (usted) que nunca habría indultos. Así que denos tiempo». Y tenía razón. Es cuestión de calendario asistir a las próximas barrabasadas de un Gobierno procaz y lamentable.

De manera, que los cerca de 2.000 establecimientos afectados en la provincia leonesa –en España su número es abrumador– pueden sentirse orgullosos de tener unos representantes tan solidarios. Y tan capaces del absurdo. Acaso, y es mera conjetura, Moncloa se desdiga –y mienta, en su línea habitual–, aceptando la merma de los once puntos del impuesto, como una iniciativa propia. Lo dijo el ‘intelectual’ Rufián, habrá que darle tiempo a Sánchez.