Mensajeras de la vida

La colombofilia, un mundo mágico el de las paloma mensajeras y muchas anécdotas, curiosidades, personajes... detrás de sus bellas estampas y vuelos. Desde el gran Toni a historias de guerra

Toño Morala
22/01/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Voy a contarles una bonita historia de un vecino del barrio allá por los años, finales de los sesenta; en cuestión el vecino se llama Toni, era joyero de profesión – ya está jubilado- y criaba palomas mensajeras, en el argot de este maravilloso mundo, colombófilo. Le recuerdo casi siempreacompañado de su madre; adoraba a su madre; una buena mujer que vivía en un barrio obrero, pero tenían posibles, una buena joyería en el centro de la ciudad; siempre nos saludábamos en la calle cuando nos veíamos, y además, Toni, siempre tenía y tiene una amplia sonrisa entre sus labios. Aparte de la relación amistosa del barrio, pues éramos vecinos, también existía una relación profesional; mi padre, transportista a tiempo completo, le llevaba las jaulas con las palomas mensajeras a los puntos de suelta, e incluso, algunas veces iba yo con ellos; de esa manera, hoy, el recuerdo de Toni y sus palomas mensajeras, dan para escribir unas líneas sobre estas bellas aves, y sobre la crianza y cuidados de las palomas mensajeras. Comenta el gran Toni, entre otras cosas, y en algunos medios de comunicación en aquellos años… «En la posguerra, los niños siempre jugábamos en la calle.

En el centro de Oviedo hay un parque, el parque de San Francisco, dondehabía un palomar y allí había algunas mensajeras que quedaron de la guerra, con anillas metálicas. El hijo de D. Víctor Tartiere tenía un palomar de mensajeras y yo le ayudaba a cuidarlas, limpiaba el palomar y ‘corría’ las anillas. En Oviedo, sólo había cinco relojes comprobadores y teníamos que correr para comprobarlas»… - «¿Qué haces ahí?»-»Esperando las palomas de Madrid, don Carlos»… - «No va a llegar ninguna».

Estas palomas mensajeras, pueden recorrer hasta mil kilómetros a una velocidad de 90 kilómetros por hora y no crean que gastan mucha energía, ni comen a lo grande Yo le contesté: «antes de las dos de la tarde comprobamos seguro». -»Si antes de las dos llega alguna te doy 500 pesetas», le comentó el paisano. A las dos menos cinco llegó un macho rodado, consiguiendo el campeonato de Asturias. Era hijo de un macho de dos palomas valencianas: de un macho rodado de Meneses y una hembra roja de Burriel. Aquello para mí fue el no va más, sobre todo por las 500 pesetas; aquí les dejo una impronta del gran Toni. La utilización de las palomas mensajeras para facilitar las comunicaciones entre puntos separados, ya sea geográficamente o por algún impedimento momentáneo (conflictos bélicos, desastres naturales, etc.) es bastante antigua. Los historiadores clásicos Herodoto y Plutarco hacen retroceder el empleo de las mismas a tiempos de los egipcios, cuyos pescadores anunciaban con ellas la vuelta a casa. Griegos y romanos mantuvieron este tipo de correspondencia, y así Julio César estableció un servicio de mensajería alada antes de iniciar su conquista de la Galia. Ya en nuestro país, los árabes alcanzaron gran habilidad y maestría en estas lides, utilizando palomas para sus comunicaciones durante las diversas campañas militares con las que dominaron la Península. Célebre por sus repercusiones económicas fue la utilización de estas aves por el banquero inglés Rosttchild, quien supo de la victoria de las tropas alidadas sobre Napoleón en Waterloo (1815) con 3 días de anticipación a la noticia oficial, con lo que pudo orientar sus inversiones, de forma favorables, en las bolsas europeas desconocedoras aún de la noticia… -siempre hubo pispos en la historia económica-. El principio de la utilización de las palomas para el transporte de mensajes, radica en su innata predisposición para volver siempre al palomar donde nacieron. Para ello se ayudan de unas extraordinarias dotes de orientación, que investigaciones recientes atribuyen a la existencia de cristales de magnetita en su cerebro.

Y nos vamos con las palomas castrenses: tras las enseñanzas recogidas del enfrentamiento franco-prusiano, España crea en 1879 el primer palomar militar (Palomar Central) en Guadalajara, ligando sus primeros pasos a la Compañía de Aerostación, al igual que en el país galo, y todo ello dependiente del Arma de Ingenieros. Un primer Reglamento para el servicio de comunicaciones por medio de palomas mensajeras se aprueba por R.D. de 12. Julio. 1899 y se dispone que haya afecta al palomar central una Escuela de Palomeros, siendo la Compañía de Aerostación, la que se haga cargo de la misma, pues a cargo de la Aerostación habrá de estar afecta la telegrafía alada en caso de campaña. Y otra historia es esta; Norman Poole contaba con 24 años cuando, en la noche del 5 al 6 de junio de 1944, aterrizó en la península de Cherburgo con otros 5 paracaidistas británicos. Su misión tenía el nombre en clave “Titanic IV” y buscaba engañar a los nazis para que creyeran que el desembarco de las tropas aliadas en Normandía se realizaría en otro lugar al previsto. Cuando se arrojó al vacío, este combatiente llevaba enganchada a su pecho una paloma mensajera que –ataviada con un escrito secreto para el servicio de espionaje de Churchill- soltó durante la misión, sin previo aviso. ¿Qué contenía el mensaje? ¿Planos secretos? ¿Una orden determinada? Lo cierto es que es un misterio que jamás conoceremos, pues Poole ha fallecido llevándose consigo el secreto a la tumba.En las trincheras, aviones de combate y buques instalaron palomares para dar cabida a las más de 200.000 palomas que participaron en ambos bandos. Conocidas por su nombre propio, su labor no se limitó al clásico envío de mensajes, también actuaron como reporteras gráficas: se les ataba una pequeña cámara que tomaba fotos del frente durante el vuelo, lo que facilitaba la planificación de la batalla. Su trabajo fue tan determinante, que muchas de ellas serían enterradas con honores. Hay un monumento en Lille (Francia) dedicado a las caídas en combate y algunas veteranas fueron condecoradas. Ahílo deja la historia.

Todo colombófilo conoce que después de un entrenamiento o una carrera, alguna de las palomas encestadas regrese con algún tipo de lesión de mayor o menor importancia. Es parte del desarrollo de esta actividad y dependiendo de la gravedad de la misma, algunas avesson recuperables para la competición y otras, en el mejor de los casos, sólo se podrán destinar al palomar de reproducción si la valía del individuo lo merece y la calidad de la misma está demostrada. La capacidad de las palomas de recuperarse de heridas graves es asombrosa, llegando a sobrevivir a desgarros de rapaces o alcances de disparos. La utilización de la paloma mensajera pasa también por la historia sagrada; mediante el libro primero del Génesis, habla del primer mensaje traído de tierra a mar. Tras el Diluvio Universal, Noé mandó fuera del Arca una paloma varias veces, y ésta volvió a la misma porque no tenía dónde posarse. Después de esperar siete días la volvió a soltar, regresando al atardecer con una ramita de olivo en el pico anunciando que la aguas del diluvio habían bajado. Actualmente la representación de una paloma blanca con una rama de olivo en el pico es un símbolo de paz en las sociedades occidentales. En la Guerra Civil Española (1.936/1.939), los colombófilos aportaron sus palomares. Al iniciarse la guerra, el Ejército de Andalucía solo tenía como medio de transmisión la estación de radio de Sevilla, que enlazaba con las plazas de África, Baleares, y Canarias. En los primeros momentos se utilizaron los celadores de telégrafos y de la telefónica, pero éstos resultaban insuficientes para la reparación rápida de averías. Se aceptó el ofrecimiento de los colombófilos de Sevilla, Córdoba, y Jerez de la Frontera, y las palomas mensajeras se agregaron a las tropas. Y para ir cerrando esta historia, qué mejor que hacerlo con un recordatorio a los más de 35 socios que mantienen a unas tres mil palomas mensajeras en nuestra provincia; buenas gentes que en plan deportivo, van compitiendo y ganando varios campeonatos, lo que demuestra la sabiduría y buen hacer de los buenos criadores y adiestradores de la nuestra tierrina. Estas palomas mensajeras, pueden recorrer hasta mil kilómetros a una velocidad de 90 km/h. y no crean que gastan mucha energía, ni comen a lo grande… y además son muy limpias, y mensajeras de la vida.
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