Menos empresas y más pequeñas

La crisis quiere pasar a la historia gracias a los atisbos de recuperación de los últimos años, pero a la amenaza de un nuevo enfriamiento económico se suma que sus efectos tardarán todavía mucho en esfumarse del todo, pues son demasiadas las secuelas que ha dejado. Al menos en la provincia de León. Se puede comprobar por ejemplo en el tejido empresarial, que volvió a reducirse el año pasado (125 compañías menos hasta dejar la cifra total en 31.151) y sigue muy lejos de los niveles de 2008, cuando había 34.012. Y estos datos no son menores, porque la salud de las empresas leonesas es la salud de la economía provincial. De nuestro tejido empresarial depende en total medida la creación de empleo, la generación de riqueza y el desarrollo de una provincia que en su día tuvo grandes recursos naturales, grandes industrias y una situación geográfica que le beneficiaba hasta el punto de convertirse en nudo estratégico de comunicación. De todo ello se podría decir que hoy únicamente queda su situación geográfica. Aunque se percibe gran dinamismo en sectores como el tecnológico, el biofarmacéutico y el turístico, lo cierto es que en la economía leonesa prima la microempresa. Sólo un 3% de las compañías superan los diez trabajadores. Y únicamente hay siete que superan los 500. El tamaño de nuestras empresas no invita al optimismo, porque no generan suficientes niveles de empleo como para conseguir que los jóvenes leoneses tengan oportunidades de quedarse en su tierra.