Menos agua, más problemas

El cambio climático también tienen sus consecuencias, y más que evidentes, en el refranero. La llegada de las cigüeñas o la marcha de los pastores hacia Extremadura ya no quieren decir nada... si es que alguna vez dijeron algo cierto. Lo que sí es cierto es que la escasez de lluvia durante este año está provocando una sequía que algunos no considerarán como tal, sobre todo en esta provincia teniendo en cuenta que se trata de uno de las que menos problemas de abastecimiento de agua, tanto para el riego como para el consumo, tiene de toda España.Esa sequía, de momento, está dando un respiro en forma de chubascos intermitentes que están permitiendo que no sea uno de los peores veranos en cuanto a incendios (el balance es mejor no hacerlo hasta que no pase el peligro, porque siempre la última recta del verano es complicada) y, gracias a la cantidad de pantanos que se reparten por nuestra hermosa montaña, la campaña de riego está garantizada, pero tiene consecuencias, como la marcha adelantada de los rebaños trashumantes hacia el sur, que se podrían considerar de índole casi romántico, porque son ya muy pocos los ganaderos que traen aquí sus ovejas para que pasten en los puertos leoneses durante los meses de verano. En cualquier caso, la escasez de precipitaciones debe llevarnos a tomar algunas medidas, sacar algunas conclusiones, y extremar la precaución tanto en la prevención de incendios como en el ahorro de agua.