Mencía también se apellida Marx

Buscando los ocho apellidos leoneses de Mencía, una nueva cazurra que llegó a este mundo de locos el pasado 20 de diciembre, me he topado con una historia que muchos, yo al menos, desearíamos tener en nuestro árbol genealógico. La chavala nació hace justo una semana muy cerca de la M-30 madrileña y, aunque suene raro, es hija del exilio interior que padecemos miles de jóvenes en esta provincia y que nos obliga a vivir, trabajar y parir lejos de nuestras fronteras naturales. Por la rama paterna comparte conmigo y por este orden los Álvarez-Canal, Estrada, Martínez y Turienzo, mientras que de la materna cuelgan los Díaz, Marx, Gómez y López. Seguro que revisando el listado alguno de mis lectores dirá que de los ocho patronímicos propuestos uno o ninguno es puramente leonés y menos el que da título a esta columna. En mi defensa diré que los de aquí nos apellidamos como nos da la gana, incluso Marx, aunque suene demasiado comunista. Al investigar la herencia germánica de Mencía he encontrado la foto de su tatarabuelo George deseando un ‘Prosit Neujahr’ sobre la cubierta del SMS Friedrich der Grosse, o lo que es lo mismo: "Feliz Año Nuevo desde el Buque de Su Majestad".

Acababa de estallar la Primera Guerra Mundial y este marinero, nacido en Augsburg (Alemania), a finales del XIX, tardaría poco en llegar a nado hasta una playa gallega por gentileza de la Royal Navy Británica, que por aquel entonces se las hacía pasar canutas a la Marina Imperial del Kaiser. El joven Marx, y ahora empieza la parte curiosa de este relato, se enamora de María López García, una cocinera ponferradina al servicio de una familia de señoritos vigueses que eran dueños, entre otras propiedades, de un balneario y bonitos carruajes. En 1918, George y María regresan a Toral de los Vados, se casan y, al poco tiempo, él comienza a trabajar de traductor en Cosmos, la fábrica de cementos de capital alemán recién levantada en esta localidad. Podría hablarle a Mencía de sus bisabuelos mineros, ruederos y guardas forestales, también de las matriarcas que tiene en vida (Leonisa y Trinidad), o de los barrios de Kreuzberg, El Crucero o Chamberí con Malasaña, pero, ni tengo muchas más líneas, ni ella me entendería. Lo importante es que mi sobrina sepa a través de sus padres (Jalo y Melani) qué significa pertenecer a esta tierra y sentirla como propia aunque vivas lejos. Alguna vez escribí que "León es montaña hecha llanura con el permiso de El Bierzo" o si no que se lo pregunten a aquel náufrago que sobrevivió a la Costa de la Muerte para convertirse en uno de los nuestros.