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Memorias nítidas, luchas vivas

06/12/2020
 Actualizado a 06/12/2020
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Anoche soñé con León. Era uno de esos sueños que no tienen ni pies ni cabeza y en los que aparecen un sinfín de personas que, aparentemente, no tienen relación entre sí. Solo han pasado unas horas desde que abrí los ojos y ya tengo difusas todas las aventuras que mi mente creó de forma inconsciente. Solo recuerdo algunas conversaciones con varias de las personas que componen esta redacción y una serie de paseos sin rumbo frente a la Catedral y sus calles aledañas.

Este sueño me hizo rememorar el verano pasado y todo lo que disfruté en esta ciudad, así como todo lo que me enseñó, que no fue poco, personal y profesionalmente. Solo tengo que cerrar los ojos para que me vengan a la mente recuerdos de toda índole: paseos por sus calles bajo el calor del sol estival –sofocado con constantes y leves brisas–, visitas culturales en San Isidoro o en el palacio de los Guzmanes, frías cervezas y abudantes tapas en cualquiera de sus bares o sabrosos helados frente a la Pulchra Leonina cada domingo a la salida del diario.

Estas memorias, para mí tan nítidas, son la realidad de una fantástica ciudad y de sus habitantes. De ellos –ustedes– suele decirse que el frío del clima se adueña de su carácter, pero yo pienso todo lo contrario. En esos dos meses jamás me crucé con alguien que no fuera amable, cercano o que no me ayudara si necesitaba cualquier cosa. En efecto, nunca olvidaré las recetas que, desinteresadamente, me daba una pescadera del establecimiento al que iba a comprar con asiduidad o todos los consejos y la buena acogida que me brindaron desde el minuto uno mis compañeros en la redacción.

A más de 300 kilómetros de distancia, leo y observo cómo la vida de León y de sus habitantes ha cambiado con la pandemia. Aunque no pueda estar presente en la ciudad, tomen estas líneas como una voz más que se alza a favor de los hosteleros, de los dueños de negocios locales y de todos aquellos que realmente están sufriendo con esta dura situación. Ni León ni los leoneses lo merecéis y todos seguiremos presionando hasta que se recupere, con los menores daños y priorizando la salud, esa ciudad que albergan mis memorias.
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