¿Mejor? Era así la Navidad

Navidad en León hace exactamente medio siglo,¿cómo era? Responden por sí solas las imágenes que Fernando Rubio rescata de algo muy tradicional, el mercado navideño

Fulgencio Fernández
19/12/2022
 Actualizado a 20/12/2022
Si la Navidad tiene una representación es, sin duda, la cara de los chavales comprobando la gran cantidad de turrones, «del blando y del duro». | Fernando Rubio
Si la Navidad tiene una representación es, sin duda, la cara de los chavales comprobando la gran cantidad de turrones, «del blando y del duro». | Fernando Rubio
La mirada de este lunes, sobre los prolegómenos de la Navidad de hace exactamente medio siglo, es de esas que no necesitarían texto, que la información está en las propias fotos que Fernando Rubio ha rescatado de ese viejo baúl que los fotógrafos llaman archivo. Unimos dos miradas de Fernando, con el mercado navideño como eje central.

Por cierto. Ya que en la plaza de la  Catedral funciona estos días el mercadillo del siglo XXI basta recorrer este otro del siglo XX para darse cuenta de las evidentes diferencias, sobre la información que guardan las propias imágenes. Hay algunos detalles muy significativos, como el magnetismo de la mesa con los turrones, cómo los miran los chavales, la cara de felicidad que se les intuye pensando en esos días cercanos en los que el turrón será el rey de los dulces. Aquellos años del turrón duro y el blando, y se acabó. La lista de variedades que hoy se ofrecen daría para llenar este artículo.

¿Y el gorro del chaval? ¿Has visto alguno similar estos días por la calle?
Otro detalle nada menor. Algunas de las fotos, las que más gancho nostálgico y de foto sugerente tienen, hoy podrían ser hasta ilegales ¿Estaría permitido a la buena mujer tener pavos vivos como reclamo para el gran plato de la Navidad? ¿Y a las mujeres, de impagable gesto, ofreciendo los conejos vivos a quienes recorren el mercado? Incidir nuevamente en las ropas de las vendedoras no es necesario.

Y Fernando Rubio, un niño de ciudad es aquella década de los sesenta y u  fotógrafo de prensa en los setenta, tira de sus recuerdos y se pregunta: «¿Mejor o peor que la actual?¿Más auténtica? ¿Nos puede la nostalgia? No le quiere dar demasiadas vueltas, no es cuestión de si aquello era bueno o malo: Era así»: Es lo que hay, que dicen ahora los chavales, es lo que está en las fotografías, se podría añadir. 

Recuerda Fernando la ilusión con la que recibían los prolegómenos de la Navidad, de sus fiestas de los años 50 y 60, en los que no solo el mercado, se multiplicaban las claves que avisaban de que se acercan las fiestas. «Sabíamos hasta el color de la casulla del cura (morada en Adviento y blanca en Navidad) y así demostrábamos a nuestros padres que sí habíamos ido a misa». Los oficios religioso tenían enorme presencia en aquellas décadas, ésa es otra de las grandes diferencias, que tienen presencia ‘ma non troppo’. «Lo más emocionante era la búsqueda de material para el ‘Nacimiento’: las mejores escorias del carbón de la calefacción, que servirían para sustentar el castillo de Herodes; los tapines de musgo de los prados cercanos, (aún había prados cercanos), para bordear las orillas plateadas de los ríos de aluminio, (recuperado del envoltorio de las chocolatinas que el Albal no había llegado), cuyas márgenes se unían con puentes hechos de corcho, como el resto de los edificios, incluido el Portal. Las figuras, de barro cocido y coloreadas. Completaba ‘El Belén’ el fondo de papel, azul oscuro tachonado de estrellas... Pero lo que realmente marcaba el inicio de la Navidad eran las vacaciones escolares y el Sorteo del Gordo». El soniquete de los niños de San Ildefonso es lo que se mantiene más fiel 50 años después aunque también es muy diferente aquel que llegaba desde aparatos de radio de toda la vecindad a los programas ‘de variedades’ que hoy hacen en directo todas las televisiones y cadenas de radio, con la lista en directo en Internet, ya no necesitan los ‘jugadores’ acudir a comprar la edición especial de los periódicos con la lista oficial de la lotería. Por cierto, el periódico con más ventas de todo el año, porque llevaba los sueños de ser rico y anunciaba el inicio de la Navidad.
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