Mejor, con el mismo problema

Los números de los pisos turísticos hablan por sí solos y el año pasado más de 65.000 turistas eligieron como opción para su estancia en León las viviendas o apartamentos turísticos que están registrados por la Junta, que actualmente son 389. Este novedoso sistema de viajar, que es de reciente aplicación y en el que las nuevas tecnologías tienen mucho que decir, continúa con su asentamiento paulatino, teniendo principalmente a la gente más joven y más ducha en esos temas, a sus principales usuarios. Esta franca mejoría es un buen dato para confirmar que al ampliarse la oferta con diferentes precios los números de visitantes a la provincia se pueden ampliar de forma adecuada y cada viajero que se quede es un granito de arena más para intentar mejorar la situación de la provincia, aunque siga siendo en el sector servicios. Pero el lunar sigue siendo la alta cantidad de pisos y apartamentos turísticos que siguen sin estar en regla. Además del daño que pueden realizar a los clientes, que se encuentren desprotegidos si hubiera contratiempos, suponen una competencia desleal para los que cumplen la normativa y eso siempre conlleva unos gastos mayores y por lo tanto se reducen algo los beneficios. Ante esta situación son los oficiales los que deben controlar esto. Su mano dura no debe dudar para igualar las condiciones de todos y por lo tanto las inspecciones, en muchos de los casos escasas, se deben multiplicar ya que si una parte de la sociedad no asume por sí misma que se debe cumplir la ley para mejorar la convivencia, debe ser el miedo a las sanciones, que es lo único que muchos entienden, lo que debe aplicarse con todo el rigor posible aunque suponga que los precios de esos pisos turísticos sean algo más altos, ya que como reconocía un ‘casero’ «algunos se creen que las estancias deben casi regalarse».