Medio siglo en Coyanza (y III)

No todo han sido logros en Valencia de Don Juan durante el transcurso de los últimos cincuenta años. Varios han sido los fracasos que se pueden enumerar y que han repercutido negativamente en la marcha de la ciudad coyantina, algunos de ellos a nivel institucional y otros en el apartado empresarial. El cierre del servicio del antiguo Juzgado para los habitantes de la zona sur de León se encuentra entre los fracasos a destacar ocurridos en los últimos tiempos y de nada sirvió la manifestación que recorrió calles y plazas coyantinas para exigir la continuidad de dichas instalaciones. Siguieron reiteradas promesas de partidos políticos desde los que se aseguraba cada vez que se acercaban elecciones que se recuperaría el servicio del Juzgado que funcionó en un antiguo edificio que fue demolido para instalar algo parecido a una barrera antitanques de hormigón, habilitándose las dependencias judiciales en la segunda planta del Ayuntamiento hasta que se obligó a los comarcanos a viajar a León para dirimir los asuntos judiciales. También han fracasado hasta el momento las plantas de biomasa que se pretendieron instalar en Valencia de Don Juan y Cabreros del Río y lo mismo ocurrió con un proyecto residencial en terrenos cercanos a Valjunco en su parte norte. También quedó en suspenso el complejo de lujo El Palomar que se pretendió poner en marcha junto a la carretera de Valderas con campo de golf incluido y que sucumbió por imperativos de la crisis que también motivó la suspensión de la puesta en marcha de un complejo a edificar en el polideportivo municipal para dedicarlo a disfrute de campamentos veraniegos. La crisis también propició el fracaso de la empresa Tubocyl así como la caída fulgurante de la construcción que dejó en el casco urbano varios edificios a medio construir y que hoy se muestran como monumentos al desatino de quienes negaron en su día la llegada de la burbuja inmobiliaria. En el apartado más positivo hay que reconocer que el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan ha aumentado su patrimonio en los últimos lustros con la cesión en su favor de la plaza de toros y el castillo del siglo XV, este por espacio de 75 años, y que sirvió como base para recuperar la torre del homenaje.