Medidas viejas y nuevas

El cierre perimetral de la comunidad autónoma de Castilla y León se mantendrá de forma indefinida mientras dure el estado de alarma, así como las restricciones a seis personas de las reuniones y el mantenimiento del toque de queda entre las 22 y las 6 horas, debido al rápido incremento de los contagios por Covid-19 en los últimos días y por el que también se ha puesto a todas las provincias en el nivel cuatro de alerta. Fue una de las principales noticias que ayer aportó el consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, que, junto con el comité de expertos, decidió endurecer las medidas para evitar la propagación del virus. Ya todo el mundo sabía que después de Navidad se iba a producir un aumento de contagiados, llámese tercera ola o rebrote, y las medidas parecen lógicas, pero lo que no se entiende es que hace sólo unas pocas horas la Junta pidiera al Gobierno el confinamiento domiciliario, que es algo que tendría que decidir el Ejecutivo central, y en cambio al poco tiempo la Junta sea tan laxa a la hora de tomar las medidas intermedias, las que sí están en su mano. No se entiende todo esto, claro está, si no es porque los intereses políticos han adelantado a los sanitarios, en Madrid y en Valladolid. En cualquier caso, la responsabilidad sigue recayendo en los mismos de siempre, en los que pagan las consecuencias de todo esto... y pagan también los impuestos.