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Mediación para la resolución de conflictos. ¿Moda o realidad?

21/11/2017
 Actualizado a 18/09/2019
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Que León está de moda no es solo un eslogan con el que la ciudad ha irrumpido en campañas de publicidad en diversos canales de comunicación. León es referente. León se nombra y resuena, no sólo por el ascenso de la Cultural, ni por los diez siglos de la promulgación del conjunto de leyes que hicieronhistoria de la mano de Alfonso V, nipor su nombramiento como capital gastronómica para el 2018, sino también, porque esta semana se convertirá en la sede de las V Jornadas Nacionales de Mediación.

Este viernes y sábado se reunirán en nuestra ciudad grandes profesionales del mundo de la mediación para reflexionar, compartir ideas, experiencias y diferentes puntos de vista en torno a una via alternativa de resolución de conflictos.

La mediación, como León, ¡está de moda! Se ha hablado recientemente de ella en el Parlament de Catalunya, en el Congreso de los Diputados e, incluso, en las máximas instancias comunitarias, a raíz de la crisis abierta entre el Govern y el Ejecutivo español. Planteada en este contexto como herramienta para resolver las diferencias políticas y jurídicas entre los ejecutivos, la mediación es mucho más. ¿Qué es exactamente la mediación?, ¿está regulada en nuestro país?

La Unión Europea, tras la Directiva 2008/52/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, sobre ciertos aspectos de la mediación en asuntos civiles y mercantiles y, ante el incumplimiento del plazo marcado para su transposición, obligó a nueve países miembros, entre ellos España, a regular la mediación civil y mercantil a nuestro país.

En esta coyuntura se materializó la Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles y, con ella surgió la incorporación a nuestro ordenamiento de otra vía que, junto al arbitraje, se configura como alternativa a la vía judicial para resolver conflictos.

Así, le mediación se incardina en nuestro ordenamiento como un proceso de solución positiva de conflictos, voluntario y confidencial, donde un tercero, el mediador, de forma neutral e imparcial, ayuda a las personas implicadas a comunicarse de forma adecuada y constructiva, con el fin de alcanzar acuerdos satisfactorios y aceptados por todos los implicados. Pero, ¿por qué la medición, pese a su regulación a nivel nacional desde hace ya cinco años, es la gran desconocida por la sociedad?

En marzo de este año, el Pleno del Congreso aprobó una Proposición no de Ley por la que se instó al Gobierno a potenciar la mediación. Durante el debate parlamentario, reiteradamente se incidió en el hecho de que esta figura no ha alcanzado, ni con mucho, los niveles de uso esperados. Probablemente la falta de confianza e incentivos a los ciudadanos para acudir a ella sea el motivo y, el Gobierno tiene gran parte de responsabilidad de que ello sea así. Las exiguas, por no decir, prácticamente inexistentes, campañas de divulgación por el Ejecutivo para dar a conocer la mediación como institución ordenada a la paz jurídica, tal y como se prevé en la exposición de Motivos de la Ley que la regula, hacenque algunos ciudadanos hoy, oigan repicar campanas sin saber dónde, con la gran incertidumbre y desconocimiento que ello conlleva.

No obstante, pese al desinterés que hasta ahora se ha manifestado por el Ejecutivo en el fomento y divulgación de la mediación que se regula enla Ley 5/2012, no han faltado profesionales de diversa índole que se han marcado el reto de su implantación como una herramienta útil y eficaz en la resolución extrajudicial de conflictos.

Loables son las iniciativas que desde Comunidades Autónomas, que incluso con regulación específica anteriora la ley estatal, se han llevado a cabo para dar un impulso a la mediación y, admirables son los esfuerzos de colectivos y asociaciones de Mediadores, Universidades, Colegios de Abogados o Jueces, que han accedido a implantar proyectos de mediación en los juzgados poniendo en valor una Ley que, pese a su existencia, de no ser por ellos, probablemente pasaría a la historia como una regulación que irrumpió en España para poner fin al retraso en la trasposición de una Directiva y evitar con ello una sanción de las instituciones europeas. ¡Enhorabuena a todos ellos!, porque no se puede desaprovechar un sistema que devuelve al individuo su capacidad de dialogar y de decidir por sí mismo sobre sus conflictos.

Y, esta semana, nuestra especial enhorabuena a Juan Antonio Veiga, coordinador de las V Jornadas Nacionales de Mediación que, con la elección de nuestra ciudad, hará que la mediación llegue a los ciudadanos de León, porque ¡León y Mediación están de moda!

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