Medarde recurre a la moviola para situar a la mujer en el arte

‘La espiral maravillosa’ de Isabel Medarde llega hoy al público en el proyecto original becado por la Fundación Villalar, si bien éste se extiende a la realización de un largometraje en fase de postproducción y a la publicación de un foto-libro

Joaquín Revuelta
24/04/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Isabel Medarde en su caracterización de Zoe. | DIVINA QUININA
Isabel Medarde en su caracterización de Zoe. | DIVINA QUININA
Un año y tres meses después de su presentación en la Fundación Sierra Pambley, la productora, guionista, directora y actriz ocasional, Isabel Medarde, regresa al mismo escenario para dar a conocer su proyecto multidisciplinar ‘La espiral maravillosa’, que fue becado con 12.000 euros por la Fundación Villalar Castilla y León en la segunda convocatoria de las becas de creación artística contemporánea. En aquel acto, Luis Grau, como miembro del Consejo consultivo de la Fundación y componente leonés del jurado, destacó varios aspectos fundamentales que definen a Isabel Medarde como creadora y que tienen que ver con su alto grado de formación que le ha permitido dotarse no solo de las herramientas técnicas y los conocimientos suficientes para labrarse su futuro sino de una gran confianza en sus posibilidades a la hora de afrontar riesgos, que a su juicio es el segundo aspecto que define a la leonesa, a lo que se unen su gran capacidad de experimentación –muy presente en el caso de ‘La espiral maravillosa’ que este miércoles se presenta a las 19:30 horas en el salón de actos de la Fundación Sierra Pambley con entrada libre hasta completar el aforo– que le permite además enlazar esa idea de vanguardia, de modernidad y de cambio con lo que vive en su entorno, destacaba entonces Grau a propósito de una artista y un proyecto realmente singular con el que Medarde, según sus propias palabras, trata «de situar a la mujer en el arte, en concreto en el campo de la cinematografía pero relacionado con todas las artes, además de hablar de la invisibilidad que la mujer ha vivido en las distintas disciplinas artísticas».

Preparando unos talleres de cine dio con la figura de Leocadia Cantalapiedra, la protagonista del proyecto y pionera del cine, de la que reconoció que en realidad son tres personas en una, porque empezó a hacer sus primeras películas como Leo en torno a 1915-17 en un entorno más doméstico y decide en un momento determinado dar el salto adoptando un disfraz de hombre y la personalidad de Nico con el fin de que su trabajo pueda llegar al público. Una tercera personalidad aflora tras su llegada al París de los años veinte, donde aparentemente existe una mayor apertura, dando origen a Zoe, «una mujer vanguardista que sí se atreve a dar rienda suelta a su creatividad porque está en un ámbito que lo hace posible», sostiene Medarde, para quien «hay que construir una nueva realidad que atañe no solo al presente sino que hay que dar marcha atrás y situar a las mujeres donde han estado y donde no se sabe que han estado», concluye la realizadora.

El proyecto original de ‘La espiral maravillosa’ que se presenta al público este miércoles en la Fundación Sierra Pambley incluye varias piezas en diferentes formatos. Fragmentos cinematográficos rescatados, ‘Four elephants’ (1916) y ‘La biblioteca de señoritas’ (1917), de Leo; ‘Zapatos’ (1918), de Nico, y un cortometraje surrelista de título ‘La ranura’ (1929), de Zoe, así como los objetos personales de Leocadia, como son su álbum de fotos (con la colaboración de Divina Quinina y Sergio González) y diario.

Más allá del proyecto original, la cineasta leonesa ha visto necesario ampliar el formato presentado a la beca de la Fundación Villalar para trasladar más en profundidad sus conclusiones y dar una mejor idea sobre las circunstancias sociales e ideológicas que propiciaron la invisibilidad de las directoras de cine a lo largo de décadas y el olvido de las grandes pioneras que hicieron aportaciones cruciales al medio cinematográfico. Nombres como Alice Guy, Lois Weber, Germain Dulac, Musidora... son algunas de las cineastas a las que se homenajea en un largometraje que se encuentra actualmente en fase de postproducción y que se prevé esté concluido en septiembre de este año. Otro proyecto que se iniciaría en 2020 y para el que será necesaria la búsqueda de financiación y ayudas es una publicación impresa con las reflexiones más relevantes a las que ha llegado la autora concebida en formato foto-libro y acompañada de una selección de las imágenes fotográficas que se realizaron a lo largo del proyecto y de las cuales se han utilizado una mínima parte para llevar a cabo la pieza ‘El álbum de Leocadia’ (42 fotografías). El objetivo de la publicación es dar visibilidad a las imágenes realizadas por Divina Quinina y Sergio González, de una gran calidad artística y técnica, bajo la dirección de la propia Isabel Medarde. «El estudio sobre las pioneras del cine es tan amplio y emocionante que daría para una vida entera», por lo que la intención de Medarde es continuar en futuros proyectos la línea de investigación abierta.
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