"Me parece absurdo condenar a Rusia mientras se tiende la mano a Marruecos"

Nayat Ahmed nació en los campamentos de refugiados y es la impulsora de una protesta este viernes en Botines para "denunciar la postura que ha tomado el Gobierno"

R. Álvarez
25/03/2022
 Actualizado a 25/03/2022
Nayat Ahmed nació en los campos de refugiados y lleva 11 años viviendo en España. | L.N.C.
Nayat Ahmed nació en los campos de refugiados y lleva 11 años viviendo en España. | L.N.C.
«Nos sentimos vendidos. Condeno la postura de Pedro Sánchez porque nos ha utilizado como moneda de cambio. Me parece absurdo, repugnante, que se condene a Rusia mientras se tiende la mano a Marruecos que está haciendo lo mismo con el pueblo saharaui». Esta es la opinión, insiste en que personal, de Nayat Ahmed Abdesalam, que nació en los campos de refugiados y que lleva once años viviendo en España. Aunque su lugar de residencia habitual está en Gijón, Nayat estudia en la Universidad de León y por eso ha decidido impulsar aquí una protesta hoy viernes (19 horas, frente a Botines) por un ‘Sáhara libre’. «Esta concentración se organiza porque necesitamos visibilizar nuestra causa» y aunque reconoce que en León «no hay una gran comunidad saharaui» asegura que todo acto que sirva para alzar la voz y «denunciar la postura que ha tomado el Gobierno» español puede llegar a ser útil. En León son pocos, pero Nayat no está sola. En esta concentración cuenta con el apoyo de La Rede Llión: Red de Cooperación Altruista, Coordinadora Antifascista Llión, Autodefensa Feminista León, Alcuentru d’escritos llibertarios y Agora País Llionés. «Son mi apoyo aquí», dice, y juntos denuncian que «el Estado español sigue traicionando al pueblo saharaui» con su respaldo a Marruecos, que continúa «atacando indiscriminadamente al Sáhara Occidental para someter a la población y expoliar los recursos de todo el territorio». Lo hace, además, «sin hacer efectivo el proceso de descolonización, siendo la potencia administradora de este territorio» y apoyando un plan de autonomía que «no cumple en absoluto con el derecho de autodeterminación legitimado por organismos internacionales».

Nayat ve en la postura del presidente del Gobierno expresada en una carta al rey de Marruecos, Mohamed VI, «la cesión a una chantaje» e insiste en que «el Sáhara no puede seguir sufriendo para que España se proteja». En esta carta Sánchez habla de su intención de iniciar una «nueva relación» entre España y el país vecino, para lo que le traslada «algunas ideas importantes». En el texto –fechado el pasado día 14 y que dio a conocer la Casa Real marroquí días más tarde– el presidente del Gobierno valora «la importancia que tiene la cuestión del Sáhara» para Marruecos y afirma que «la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007» es «la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo».

«Luchamos por una causa justa y digna», remarca Nayat, que afirma que siente que «el pueblo español sí que está con nosotros», pero que han perdido, no obstante, la confianza en la clase política. «Se ha permitido que llevemos 47 años en campamentos de refugiados y no hablo ya de la zona ocupada, en la que se están bombardeando escuelas, zonas de agua y matando a nuestros civiles. Ahora se habla mucho de la invasión de Rusia a Ucrania y eso está muy bien. Está bien ayudar a la gente que lo necesita, pero lo que no podemos es tener una doble moral. Cuando la tez blanca y los ojos azules sufren, el grito llega al cielo, pero cuando lo hace la tez morena y los ojos oscuros, no pasa nada», lamenta.

«Una traición»

Una opinión similar a la de Nayat es la que expresa el responsable de la delegación del Frente Polisario en Castilla y León, Mohamed Labat. Para él, esta carta de Sánchez al rey de Marruecos es «una traición». Este país ha hecho «un cambio en su política para apoyar la postura de Marruecos de autonomía y es una vergüenza. En el Sáhara existe un problema de descolonización inacabada y debe haber un referéndum de autoderminación en el que se pueda votar para conseguir un país independiente o la autonomía con Marruecos, pero quien tiene que decidir esto son los saharauis, no el Gobierno de España», insiste. Para Labat, este giro supone «apoyar al invasor, que es el Gobierno marroquí, y lo que pedimos es que España siga apostando por una solución definitiva al conflicto del Sáhara y esta solución pasa únicamente por su derecho a decidir sobre su futuro».

Considera, además, que tras la carta remitida al rey de Marruecos «se oculta algo», y cree que «tiene que ver con un chantaje» que considera que «va a seguir sea cual sea la postura de España», por lo que estima que no tiene sentido aceptarlo a costa de un pueblo que «lleva más de 47 años luchando» y que avisa de que «va a seguir en esta lucha hasta conseguir la libertad».

«Error histórico»

También opina respecto a la postura expresada por Pedro Sánchez otro joven saharaui. Su nombre es Salamu Lekhlifa y llegó a España con ocho años con el programa Vacaciones en Paz, que facilita que las familias españolas puedan acoger a niños y niñas saharauis. Él se quedó en este país, pero su familia biológica continúa todavía en los campos de refugiados. «Mis padres, mis hermanos, mis hermanas... están todos ahí. Siempre que puedo voy a visitarlos, fui en noviembre, volví en enero y aunque estuvieran aquí en España yo mi causa la defiendo», remarca. Salamu recuerda que el pueblo saharaui lleva 47 años «en uno de los desiertos más inhóspitos del mundo, donde vive de ayudas humanitarias y soporta temperaturas en verano de más de 50 grados». Es un pueblo que está sufriendo y, por ese motivo, Nayat habla también de «traición» cuando se le pregunta por el apoyo del Gobierno de España a la propuesta de Marruecos de autonomía. «Naciones Unidas lleva años diciendo en sus resoluciones que para resolver el conflicto del Sáhara Occidental hay un referéndum de autodeterminación que se tiene que cumplir y que la última palabra la tiene el pueblo saharaui, que ha aguantado casi cincuenta años forzado al exilio en el desierto, a la ocupación y a un continuo incumplimiento de los derechos humanos», explica. Por eso, confía en que España se dé cuenta del «error histórico» que está cometiendo, más todavía cuando «es aún potencia administradora del territorio». «Es una lástima que por intereses se pisoteen los derechos del pueblo» y se ceda a un «chantaje» que, cree también «que digan lo que digan, va a continuar».
Lo más leído