"Me encanta hacer amigos a través de la música, como Carlos Núñez"

Jorge Prada, músico berciano de gira con el afamado gaitero gallego

Mar Iglesias
12/08/2020
 Actualizado a 12/08/2020
Jorge Prada al lado de Carlos Núñez tras un concierto compartido.
Jorge Prada al lado de Carlos Núñez tras un concierto compartido.
Siempre con la música de fondo, desde que la saboreó hace cuarenta años, Prada ha conseguido hacerse un hueco en el pódium de músicos bercianos mientras sigue implicado con su grupo Rapabestas, con la banda Templarios del Oza y la Ronda El Salvador. Vive la música, de la que aprende y enseña desde hace 12 años como profesor. Y es ella la que le ha llevado a escalar hasta el escenario al lado del referente gallego de la música celta, Carlos Núñez, con el que ahora está de gira en medio de un año extraño para la cultura, pero que va dejando recuerdos inolvidables desde escenarios mágicos en los que siempre saca a relucir los colores de su bandera berciana. Se siente subido a una nube y su intención es aprovecharla para aprender «del genio» y, sobre todo, caminar desde la música por una amistad consolidada y agradecida.

– ¿Cómo se gestó el proyecto de salir de gira con Carlos Núñez?
- Es la segunda vez que voy de gira con él, pero esta es la más grande. Antes, en diciembre, tocamos en Ponferrada y después me fui a León y a Navarra con él. Este verano no tenía mucho que hacer y por sorpresa me llamó para ver si estaba libre desde el 6 de agosto hasta el 28. Pese al problema del Covid me pidió que tocara con él y no me lo pensé mucho. Es el más grande, el máximo exponente de la música celta y también como persona es extraordinaria. Ahora somos ya familia.

- ¿Cómo está viviendo los primeros pasos de la gira?
- Pues en una nube, en un sueño pero con los pies en el suelo porque hay que ser profesional y estar al trabajo. Además quiero, como representante del Bierzo en este momento, dejar un buen nivel.

-¿Qué dificultades encuentra a la hora de trabajar con alguien como Carlos Núñez, de primera línea, en su día a día?
- Dificultades, ninguna, porque te lo pone todo muy fácil, pero hay ciertas cosas que requieren concentración máxima en todo momento. Él es un maestro y un genio y te pide opinión de lo que pretende. En cinco minutos puede cambiar todo y tienes que tener las cosas claras, tanto musicalmente como en la exposición en el escenario, pero se lleva muy bien porque nos conocemos hace años y también intentas ponérselo fácil como ellos hacen.

«Quiero, como representante del Bierzo en este momento, dejar un buen nivel»- ¿Qué le aporta esa situación de estar concentrado durante toda la gira?
- También cansancio, porque acabas agotado. Musicalmente me aporta muchísimo porque siempre estás aprendiendo del más grande. Y conoces lugares como el Pazo Bayón donde toco por primera vez. Son músicos de primera línea que te aportan mucho y conoces a otros gaiteros de muchas zonas de los que aprendes y enseñas. Cuando iba a Galicia me daba miedo, porque supone tocar en la cuna de la gaita. Pero un gaitero me dijo una vez que allí hay gaiteros muy buenos pero también muy malos y eso me cambió todo. Enseñar cosas para mí supone algo importante y que te llame Carlos Núñez es alucinante porque me pregunto cuánta gente pagaría por tocar con él y yo estoy casi todo el tiempo a su lado. Eso te aporta mucho a nivel de tu vida musical y personal.

- Y además en una gira extraña supongo…
- Muy extraña. Hace un mes estos conciertos eran inimaginables. Ahora el aforo está a la mitad, se cumple el distanciamiento, la mascarilla siempre… No puedes estar con nadie, no puedes sacarte fotos después del concierto con la gente. Si se pone un músico enfermo se fastidia todo por lo que hay que tener una responsabilidad muy grande.

- ¿Cómo lo acepta el público, necesitaba estetipo de conciertos?
- Lo necesita. La gente se emociona aunque no sea como antes. Pero la gente necesita la música, el teatro, la cultura en general que, en momentos duros como el confinamiento, nos ha ayudado mucho y eso no debemos olvidarlo y hay que apoyarlo siempre. Se le ve a la gente esa necesidad, de hecho las entradas siempre están agotadas en los conciertos que estamos dando y la gente alucina.

- Habla de esa necesidad de la música durante el confinamiento. Durante 50 días estuvo saliendo a su balcón de casa para ofrecer miniconciertos ¿eso que le ha dado y que cree que ha representado para los demás?
- A mí me permitió conocer a los vecinos que no conocía y me aportó momentos mágicos en esos miniconciertos, ya que no los había. Espero haber aportado a los vecinos alegría. Ellos esperaban que llegaran las ocho de la tarde para escucharme y para mí eso es una satisfacción tan grande que me hace pensar que es genial pertenecer al mundo de la música. Nos vino muy bien para querernos más entre todos y saber apreciar los pequeños placeres de la vida como tomarte un café con la persona que quieres o un atardecer…Antes era todo prisas y pasaba la vida sin que te dieras cuenta de muchas cosas.

-¿Musicalmente también lo somos?
-Sí. Qué pena que, como siempre, no nos apoyen en nada, cero. Estén unos u otros, es así. Nos dan algún conciertillo como dejando así una aportación, pero no es eso. Deben apoyarnos continuamente, poco a poco, pero cuando ves que no es así, ya no pierdes el tiempo.

- Esta gira le ha caído de sorpresa, no sé si quedan pendientes proyectos con su trabajo discográfico Infinity Sea…
- No, la verdad es que, por primera vez en más de treinta años, iba a descansar. Sí he grabado un tema para un documental de la Guerra Civil que se ha hecho en el Bierzo y que pronto se conocerá pero nada más. Sí quiero hacer algo más de música electrónica, porque mi mente no para, pero poco a poco. El disco ha funcionado muy bien, aunque sorprende que sea un disco chill out. Por ahí me gusta caminar.

- ¿Ya hay nostalgia de la gira, aunque quedan conciertos?
- Sí que piensas en cuando acabe. Como dice él, no te preocupes que nos volveremosa ver y su cabeza siempre está girando. Los genios son así. Quedan cinco conciertos en sitios preciosos y quiero quedarme de ellos con la amistad. Me encanta hacer amigos a través de la música, como Carlos Núñez y conocerlo cada vez más.

- En ese acercamiento ¿le ha hablado de los sitios mágicos para tocar en el Bierzo?
- Sí, del castillo de Cornatel, de Toral de Merayo, mi tierra, donde ya ha estado…cualquier día dará una sorpresa.
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