Las floristerías leonesas están volviendo poco a poco a la normalidad. Algunas como Flores Sela permanecen con la tienda cerrada pero realizan encargos a domicilio, otras ya han abierto al público y también las hay que continúan completamente sin actividad. El parón obligado por el coronavirus ha provocado que el sector pierda buena parte de sus ingresos anuales con la escasez de bodas, la ausencia de servicios fúnebres y la cancelación de las procesiones de la Semana Santa. "Hemos perdido mucho volumen de negocio porque la Semana Santa es una de las fechas más fuertes del año, junto con Todos Los Santos. Nosotros teníamos que haber hecho todos los pasos de Angustias y de la Redención", manifiesta Víctor Martín a las puertas de su céntrico establecimiento cuando se dispone a iniciar un encargo con la furgoneta de Flores Sela.
Las restricciones en los entierros han provocado una caída del 95 por ciento de los servicios fúnebres En los barrios también comienza a haber actividad en el sector de las floristerías, aunque todavía queda mucho para poder hablar de normalidad. De las tres floristerías de El Crucero solamente 'Anttoni' ya ha abierto al público, aunque asegura que las ventas han caído a la mitad. "Además de los habituales, está habiendo mucha clientela de paso porque todavía hay pocas floristerías abiertas", asegura Antonio Velasco.
"Capeando la situación como se puede", en palabras de otro florista de la ciudad, José Pascual de Floristería Leonesa. Su local de Puerta Moneda comienza a recibir clientes con cita previa y ha tenido que reforzar su tienda online y servicio telefónico para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia. "La gente tiene ganas pero muchas plantas de temporada no pueden salir y nosotros no podemos ir a los pueblos a hacer los jardines", comenta José Pascual sobre la caída de los trabajos del día a día.
Sin funerales
Parte de esa rutina estaba formada por los servicios fúnebres que, según explican desde Flores Sela, han caído hasta un 95 por ciento con respecto al volumen habitual. "Llevo dos semanas abierto y se ha notado mucho el bajón. Sobre todo también por no haber actividad en los tanatorios. Ahora que igual dejan 15 personas en los funerales tal vez repuntemos algo", comenta el reponsable de Floristería Anttoni.
Un bajón de ventas generalizado que ha provocado recortes temporales en las plantillas, como en el caso de Flores Sela que han pasado de seis a tres trabajadores. "La madre de uno de nuestros trabajadores ha dado positivo en coronavirus y el hombre está haciendo la cuarentena en casa, sin salir y con muchas ganas de volver a trabajar", comenta a modo de anécdota Víctor Martín.
Las esperanzas del sector
También esta época del año comienza la temporada alta de bodas, con la que las floristerías leonesas también hacen una parte importante de su caja de todo el año. Las cancelaciones están lastrando estos ingresos aunque se mantienen "a la expectativa" de los posibles regresos al altar. "La verdad es que han cancelado muchas y también comuniones y otros eventos van cayendo uno detrás de otro", manifiestan desde Floristería Leonesa.
Unas sensaciones que también comparten en Flores Sela y añaden que los matrimonios que finalmente se celebren "bienvenidos sean". "Mentalmente las tengo todas canceladas. De momento, las bodas que teníamos programadas se están anulando. Los novios me están escribiendo y algunos que se casan en julio me dicen que esperan que sí se celebre", comenta Víctor Martín sobre los servicios nupciales.
El Día de la Madre sí que hubo un volumen importe de negocio, sobre todo con las entregas a domicilio No todo es negativo. Los floristas leoneses aseguran que "han trabajado bien" en el Día de la Madre, otra de las fechas clave en el 'calendario floral'. "Se ha trabajado muy bien porque otras opciones como invitar a mamá a un restaurante o comprar un perfume en una gran superficie no han sido posibles. Los clientes han tirado del tema flores que siempre es un detalle muy socorrido", valora el profesional de Flores Sela.
Antonio Velasco también asegura que hubo una caja sorprendente en el Día de la Madre y se muestra convencido de que su negocio sobrevivirá a esta crisis, después de llevar 33 años en el sector. Tal vez tenga razón, toda esta crisis del coronavirus sea pasajera y mayo vuelva a ser el mes de las flores porque, como dice su compañero Víctor Martín, "no hay nada que genere más ilusión que un ramo de flores". "Lo digo por experiencia. No sé la ilusión que hará que te regalen un perfume de los caros o un móvil nuevo, pero dudo mucho que sea comparable con las caras de alegría que veo cuando hago una entrega", asegura Víctor Martín.