01/05/2015
 Actualizado a 18/09/2019
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Que por mayo era por mayo, cuando hace la calor»... Comienza, hoy, el mes de las flores, el mes en el que la Virgen se aparecía a los pastores, (y digo aparecía porque ahora, la pobre, debe de estar de huelga o muy ocupada); el mes en que terminó la guerra contra la Alemania nazi, el mes en el que termina la liga de fútbol, el mes en el que «los enamorados juegan a hacer el amor».

A uno le mola este mes, mayormente porque el dios del frío se mete en su cueva y no vuelve a salir hasta octubre. Uno es de sangre fría y, por lo tanto, busca el sol, o sea, el calor, como las lagartijas. Y mayo trae calor, trae vida, trae atardeceres eternos y maravillosos en cualquier lugar de esta provincia, aunque uno prefiere, sobre todos, los de Vegas, viendo al sol esconderse por Candajo, dando de pleno con los últimos rayos benefactores a la arcilla de la Quebrantada. ¡Señor, señor, cuanta nostalgia!

Pero este año no. No sé si fue el cantamañanas de Zapatero o el inútil de Aznar, cualquiera de los dos vale de sobra, quién puso las elecciones municipales y autonómicas este mes. Y, como nunca se adelantan ni se atrasan, pues ¡ala!, a joder el mes. Porque los humanos somos tan tontos que no vemos, ni siquiera miramos, otra cosa, esta temporada, que no sea la cara de estos bocazas profesionales. Y lo peor no es verlos, que ya es grave, si no oírles, que eso si que tiene delito. ¿Os dais cuenta de que siempre dicen las mismas tonterías? Fijaos, fijaos, no lo digo en broma. ¿Que le preguntan a Rajoy por el cisco de Bárcenas? Él contesta, siempre, con lo de que la economía va bien. ¿Que le preguntan a Iglesias como va a reducir los impuestos? Respuesta: ¡la casta!, ¡la culpa de todo la tiene la casta! ¿Que le inquieren al nuevo cometa político, Sr. Rivera, que como se reproducen las mariposas imperiales? Respuesta, (cantando): «En el centro esta la solución». «Oye tronco, que te pregunto que cómo follan las mariposas». Respuesta, (cantando): «Estamos, en el centro, tan a gustito, tan a gustito, que todo nos da igual». No sigo con ejemplos porque es aburrido.

No dicen, nunca, algo que no quieran decir. Y, como son como muñecos de ventrílocuo, solo hablan lo que sus equipos les han dicho que digan, nada más. Dan penita...

Y luego están los colaboradores desinteresados, los que, a poco que les dan pie, echan más leña al fuego, arrimando el ascua a su sardina ideológica. Libertad, lo llaman... A uno, los Goytisolo, no les agradan demasiado. Cuando era joven e influenciable, leía cualquier cosa, sin orden ni concierto. Es, sin duda, un pecadillo de juventud. De los tres, el que más me gustó fue José Agustín, el poeta. Luis, ni fu ni fa y, por fin, Juan, el último premio Cervantes, siempre me pareció un peñazo, pero mucho. Y muy afectado de si mismo; y bastante sectario. Leguina, el del PSOE, dijo el otro día que su discurso de aceptación era el de un «perro flauta». Se equivocó: por edad, fue el de un «yayo flauta». ¡Señor, señor, qué manera de joder el mes de mayo!

Salud y anarquía.
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