
De José Tomás valora sobre todo su honestidad a la hora de enfrentarse a su profesión, sin exhibicionismos innecesarios, pero con todo el arte que atesora el que sigue siendo el torero más carismático de los últimos años. "José Tomás es bueno en su trabajo, un auténtico profesional de lo suyo", asegura Peña, para quien en la fotografía taurina juega un importante papel el azar. "No te digo que no tienes que estar atento a cualquier percance que pueda ocurrir, pero la suerte influye mucho". Mauricio se lamenta de que desde que cubrieron la plaza de León la luz ya no es la misma. "Perdió todo el encanto del sol y sombra de los toros y ahora tiene una iluminación muy rara y cambiante. Para sacar una buena foto tienes que arriesgar muchísimo", reconoce Peña, para quien una de las más difíciles desde el punto de vista técnico que ha realizado es la que muestra la sombra de la cabeza de un toro reflejada en el capote del torero. "Yo había visto la foto, pero aguardar el momento, hacer la medición necesaria y todo lo demás me llevó casi media corrida".
La imagen expuesta formó parte de la exposición inaugural ‘León, entre 2 siglos’, que dio lugar a la publicación del libro editado por este periódico.