Matemáticas electorales

29/09/2020
 Actualizado a 29/09/2020
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El daño colateral de las matemáticas electorales sobrevuela los cielos del mandato municipal a menos de su mitad. Y la trigonometría es algo a echar en cara pasadas las urnas, como la deficiencia en la que todos se fijan, a veces en silencio y otras, a grito en voz, sobre todo cuando a las siglas les interesa afear lo feo y enaltecer lo que creen más agraciado, aunque solo sea por el revestimiento de maquillaje. Pero todo acaba siendo un trampantojo de una sintonía corporativa que siempre falta cuando las siglas se ven obligadas a ser opuestas por genética política. En Folgoso Coalición se llevó cuatro concejales, por ende, mayoría y Alcaldía, pero PP y PSOE sumaron cinco y…cuidado con lo que sueñas. Lo que de inicio se veía como la unión de irreconciliables se forjó con tal fuerza que PP y PSOE bailaron juntos hasta que les dieron las dos y las tres. Lucharon contra sus propios noes internosy la siempre aparente «disciplina de partido» para desbancar al bercianismo y así se engendró el pacto de la ignominia para unos, el de la supervivencia de pueblo, para otros. En Cacabelos el PSOE se sube a la Alcaldía bajo mínimos, al borde de un abismo del que se libran con la cuerda del PP, que ahora amenaza con serrar. Mayoría de izquierdas, pero en la línea crítica de las fuerzas sonrojadas, frente al dictamen unívoco que marca la norma de la otra parte.Al final, la calculadora manda más que los proyectos y se hace valer. Pasan los meses y las sonrisas amarradas con pinzas para enseñar todos los dientes con soltura se desgastan hasta encontrarse con las caries que hay detrás, avanzando con dolor. El retrato de cada quien se muestra al desnudo y la conversación pasa de la intención al reproche severo, de ahí a la amenaza y, siguiendo camino, se vislumbra un destino que las agujas del reloj van acercando, la moción de censura en punto. Tic tac, tic tac.
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