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‘Matar’ tíos a escote

21/06/2020
 Actualizado a 21/06/2020
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Al padre de Miguelín el gaitero —de casta le viene al galgo— tenían que subvencionarlo para que ande por la calle, entre en los bares, mueva la cacha y deje sentencias para quien lo quiera escuchar: «Tenías que haber estado en el 53en Barrillos de criao, aunque fuera en casa de Custodio y ya verías cómo te quejabas menos». Y cuando se tranquiliza te canta una canción, o varias, con arte y sin suplemento añadido por parte de la casa.

El otro día entró al Capitol de Matallana, donde secuece una conversación cruzada entre mesas pues no hay otro chiflo quetocar a la espera que se despenalice la partida. Y así El Cuadrao de Gete ve desde su silla de siempre cómo le han quitado el trabajo de leer el periódico en alto para todo el bar y que puedan los demás seguir a lo suyo.

- Mira lo que dice aquí, que ahí para el Curueño no dejan abrir un bar, en Barrillos ‘paeme’ que es.

- Pues muy fácil, se mira a ver cuánto cuesta matar a escote al alcalde y se abre el bar.

- ¿Está permitido?

- ¿A escote? Coño claro, y sale barato.

No hace falta que os explique lo de la ironía cazurra, que le dicen sorna, y si hace falta que os lo explique pues no lo hago, estando el prao Barrero sin segar no se puede andar perdiendo tiempo.

La historia me recordó otra exactamente igual pero algo más seria. En un pequeño pueblo donde el presidente tenía bendición divina, lo ponía el cura, y en las hacenderas siempre tocaba a los mismos tirar de pico y pala y siempre había otros que no se empleaban a fondo hasta la hora del vino y las sardinas.

Pero un día Miguelón se cansó. Tiró el pico y les dijo a los que estaban como él: «¿Sabéis lo que os digo? Que matar lo mato yo, vosotros sólo tenéis que escotar y seguro que no sale caro».

En la hacendera siguiente se repartieron los picos entre mucha más gente.
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