Los nuevos tiempos están imponiendo nuevos nombres. Se van apagando los carteles de aquellas tiendas y bares que eran fruto de la unión de los nombres de los dueños y hasta una declaración de amor –cuando los abrieron– que encendían neones de Sayma, Andi y nombres que parecían extraños pero solo eran la unión de Sara y Marcos o Ana y Diego, por ejemplo.
La verdad es que si querían ser originales podían hacer como una pescadería de la calle Mariano Andrés que cada día me sigue llamando la atención, «Fondo de Bikini» se llamó, seguramente un reclamo para quienes tardan en animarse a la operación bikini.
A lo que iba, que en el lugar de aquellos nombres matrimonio van naciendo los hijos de los nuevos tiempos, que dejan su firma en ese final tan de las redes de ‘.com’. Valga el ejemplo de uno que ha cogido fuerza en nuestra tierra, ‘masquepajaros.com’.
Pues esta imagen, que parece de viejas costumbres, bien se podría llamar ‘manosmasquemusica.com’ o ‘maquecastanuelas.com’, y ya sería una definición porque esas manos ha hecho mucho más que hacer sonar con arte y ritmo las castañuelas, han en estado en buena parte de los momentos felices de una vida, familiar y comunal, han llevado alegría a los días grises, han puesto baile a la quietud.
Lo dicho, mucho más que manos, mucho más que música. Lo del ‘.com’ la verdad es que queda moderno pero si no lo pones...
Lo más leído