Más vacunas para más vida

Sin ningún género de dudas las vacunas son una de las herramientas preventivas más importantes de la historia de la humanidad, ya que salvan vidas evitando enfermedades y sus complicaciones, no solo en la especie humana sino también en los animales. Es desconocido para muchos que León se ha consolidado como tercer polo biofarmacéutico de España, la producción de productos farmacéuticos y biológicos, como las vacunas, supone más de 1.900 puestos de trabajo actualmente en la provincia. Según el Observatorio Ocupacional del Instituto Leonés de Desarrollo Económico, Formación y Empleo (Ildefe) del primer trimestre de 2022 la industria farmacéutica, junto con la industria química, es la primera actividad industrial en León. Esta implantación, además, actúa como elemento dinamizador, ya que se trata de una actividad industrial innovadora, con importantes relaciones con centros educativos, tecnológicos y universidades. Es una obligación para todos los agentes económicos y sociales y para las administraciones públicas fomentar al máximo esta fortaleza que dará a León inmunidad total frente a los virus del éxodo joven, la despoblación y el desempleo. Aprovechando la iniciativa del Gobierno de España de descentralizar las sedes administrativas de las entidades pertenecientes al sector público institucional estatal con los criterios de, entre otros, la lucha contra despoblación, los elevados niveles de desempleo, el cumplimiento de igualdad de oportunidades entre funcionarios públicos o el fortalecimiento de la cohesión territorial y social, León puede y debe ser candidata a albergar alguna de estas sedes que de estar relacionada con la industria química y farmacéutica supondría la fórmula magistral para el tratamiento de los principales males que padece León. En esta tierra no somos profanos de los beneficios de la descentralización administrativa, ya luchamos en el pasado contra los negacionistas del Inteco (actual Incibe), aunque ahora les sirva un cambio de nombre para apuntarse a la foto como si fueran «pro-vacunas de toda la vida», o la Ciuden, pionera en sus inicios allá en el 2006 y más necesaria que nunca en un mundo dependiente de nuevas energías compatibles con la vida y el medio ambiente. Pues si hay que luchar se lucha, siempre hay oportunidades para el que no se rinde. La principal y más importante de las batallas hay librarla contra los negacionistas, los empeñados en negar la evidencia, los de las eternas excusas, los del «que yo me quede tuerto si dejo ciego al otro», que también son patrimonio inmaterial de esta amada tierra nuestra. Tenemos lo más importante, el talento, el valor nos los reconoce la historia, nos hace falta la ilusión perdida, es responsabilidad de todos recuperarla. Lo que en ningún caso podemos permitir es el retroceso, desandar el camino de los que nos precedieron y trabajaron para dejar una sociedad mejor de la que heredaron, deberíamos estar vacunados contra quienes quieren gobernarnos desde el populismo barato e irresponsable y ponen en peligro nuestra salud y nuestra forma de vida como desgraciadamente hace el vicepresidente de ultraderecha de este «modelo de éxito» de comunidad autónoma y el silencio cómplice de quien la preside cuando pretenden tirar por tierra el gran trabajo llevado a cabo por los veterinarios de Castilla y León, apoyado por la inmensa mayoría de ganaderos, para obtener un estatus sanitario en nuestra ganadería que garantiza la exportaciones de carne, importante motor de nuestra economía y preserva nuestra salud. «La tuberculosis bovina no es un problema de salud pública», dice el consejero de Agricultura y Ganadería mientras aún vivimos en medio de una terrible pandemia de origen animal. Por si no se han enterado, ¡estamos hablando de salud pública, no de ideología!

Como dejó escrito el poeta del pueblo, Miguel Hernández, León podría decir... «Traidores me echan veneno y yo le echo valor, si me matan bueno, si vivo, mejor».

María Rodríguez es doctora en Veterinaria por la Universidad de León (ULE).