Más tontos

26/08/2017
 Actualizado a 15/09/2019
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¡Qué chasco hacerse mayor! Todo son preocupaciones, y algunas sin venir a cuento. Ahora por ejemplo me ha dado por reflexionar sobre lo siguiente: ¿Somos los jóvenes de hoy menos listos que los de ayer? Parece una bobada, pero no lo es. ¡Qué clase de herencia vamos a dejarles a los que vengan detrás! Todo viene porque hace poco vi un documental en el que desarrollaban la idea del antiintelectualismo, y venía a decir que las generaciones actuales eran mucho menos cultas que las de los 60-70 –aunque siempre se dice eso de que somos una de las generaciones más formadas– y básicamente que, con el paso del tiempo, la gente irá siendo cada vez un poco más tonta. Suena fuerte. La educación será de peor calidad, o quizá es que la figura del profesor tampoco está tan bien considerada como en otros países; las nuevas generaciones tendrán carencia de referentes, y aunque la cultura sea mucho más accesible y barata de lo que lo era en la época de nuestros padres o abuelos, no mostraremos un especial interés por algo más allá que los reality shows y series televisivas, el pop y la vida de egobloggers que poco tienen que aportar. Es una visión muy pesimista, es cierto, pero sí que es verdad que en épocas pasadas que alguien llevase un libro de Kafka bajo el brazo –por poner un ejemplo– era sinónimo de aceptación social e incluso sexual. La gente adoraba a los ‘cultos’ y a los que sabían de literatura, historia, política, humanidades… ‘Leer es sexy’, reza la típica frase de libreta. Pero la realidad es que nos gusta más saber curiosidades de Juego de Tronos, ver Supervivientes o Mujeres, Hombres y Viceversa –porque quién diga que él nunca ve ese tipo de programas miente– o pasar el ratito en los Stories de Instagram. ¿Deberíamos intentar tener otro tipo de intereses que aumentasen nuestra materia gris? ¿Es un tema social, o particular de cada uno? Lo dicho, ¡qué chasco hacerse mayor! Y más pensando que corro el grave riesgo de volverme cada vez más tonta.
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