Alfonso B&W

Más sombras que luces

13/12/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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No me gustan las navidades. Y por tanto no me importa en demasía si hay luces o no en nuestras calles. Sobre si son bonitas o no, hay tantas opiniones como cabezas pensantes en esta nuestra ciudad, así que es imposible llegar a un consenso. Parece que fuésemos políticos tirándonos a la cabeza por ejemplo el último desafío independentista y la aplicación o no del 155 (en esta cuestión el inane Mariano y el imprudente Sánchez se asemejan mucho, ya que dudan tanto si ir hacia delante o hacia atrás que parece que fuesen a tirar un penalti y todo acaba en el bochorno de siempre). Vuelvo al surco, que me esnorto como el tío Ful y hoy pretendía hablar de las luces navideñas de la cuna de la democracia, que en apenas unos días se han convertido en nuestra principal preocupación. Para algunos ya no hay paro, no hay jóvenes obligados a coger sus maletas para emigrar en busca de un futuro mejor... Ya no hay nada de eso, ahora sólo hay luces navideñas. Es lo que tiene que en León triunfen algunos programas como ‘Electricistas, periodistas y viceversa’, que la gente no ve más allá de las bombillas de colores y no se hace algunas preguntas: ¿Qué tramitaciones hacen los comerciantes a la hora de instalar sus luces pese a recibir dinero de todos para financiar el consumo? ¿Por qué cada año las coloca la misma empresa? ¿Por qué siempre hay problemas cuando el Ayuntamiento concede su parte del alumbrado a otra empresa diferente? ¿Existe alguna relación entre la empresa de siempre, determinado sector del comercio y algún alto funcionario del Ayuntamiento de León? La mano que mece la institución más cercana a los vecinos de la capital ya lleva muchos años trabajando. Y en asuntos mucho más graves. No olvide nunca que en algunos despachos del Ayuntamiento –y no precisamente en los de los concejales de ningún partido– hay siempre más sombras que luces.
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