Mucho han cambiado las cosas en la última década para la Cultural y Deportiva Leonesa. El club capitalino ha conocido en estos últimos años las caras más dulces y amargas del fútbol, desde un descenso administrativo y estar al borde de la desaparición a celebrar un ascenso histórico para la entidad. Es por eso que en la privilegiada situación actual del club en cuanto a su estabilidad a pesar de continuar en la Segunda División B, vale la pena echar la vista atrás y recordar que, hace no tanto tiempo, el club celebraba un ascenso a la categoría de bronce como necesario para mantenerlo vivo.Porque tras el descenso administrativo de 2011 al deberse hasta siete mensualidades a la plantilla, el club regresaba a la Tercera División 16 años después con el único objetivo de recuperar la categoría perdida lo antes posible y continuar así trabajando en a viabilidad del club. En la primera campaña en la categoría, la 2011/2012, el equipo leonés solo pudo ser tercero en liga, cayó con el filial del Racing de Santander en la primera ronda de la fase de ascenso yse vio abocado a continuar en Tercera en un proceso de vaivenes económicos con una monumental deuda que le hacía vivir siempre al borde del precipicio.Con el objetivo de recuperar la categoría perdida definitivamente y tirando de muchos jugadores de la tierra que podían encontrar en el sentimiento las garantías que no ofrecía la situación económica del club, incluso por parte de algunos a los que aún se les debía dinero, se movió mucho ese verano la Cultural manteniendo a jugadores que habían sido importantes la campaña anterior como Calzado, Stallone o Jony Lomas. A ellos se unieron varios leoneses importantes como el caso de Juan Bardal, David Álvarez o Joshua así como el regreso de Santi Santos, Negral o Gonzalo y el fichaje de otros jugadores importantes en la categoría o que venían de una superior como Dani Hedrera, Álex Vázquez, Raúl Torres o el que sería el destacado ‘pichichi’ culturalista esa temporada, Juan Carlos Ortiz.Segundos por el golaverageUn gran equipo, el dirigido por Luis Cembranos de nuevo, que compartía grupo con Astorga, Bembibre y La Virgen, conjunto al que precisamente comenzó la temporada con triunfo. No cayó hasta la sexta jornada el equipo capitalino, en la visita a la Gimnástica Segoviana (3-1) en lo que de hecho sería su única derrota de la primera vuelta. Una primera mitad de temporada que acababa en Bembibre con victoria 0-1 para los blancos en un derbi en el que aún coleaba la polémica de la campaña anterior en la que el club del Bierzo Alto denunció al capitalino por alineación indebida.La Cultural fue segunda en liga gracias al golaverage, sin poder acercarse al líder, que fue un destacado BurgosLos 44 puntos de 57 posibles no le daban el liderato en ese momento a la Cultural, que se quedaba a dos puntos de un Burgos que apuntaba a ser su máximo rival por un primer puesto que daba mucha ventaja de cara a la fase de ascenso.La segunda mitad de la temporada debía comenzar en Los Dominicos, pero la nevada caída sobre La Virgen del Camino aplazó el encuentro. La Cultural ganó sus cinco siguientes partidos en medio de varios problemas como el generado por Stallone, al que el club rescindió tras alargar injustificadamente sus vacaciones, llegando en su lugar Álvaro Valdés. Sufrió la Cultural en Lerma con un gol de Edgar sobre la bocina, pero también goleó a Santa Marta (6-0)o La Granja (0-4).Sin embargo, a partir del mes de marzo el conjunto leonés entró en una dinámica negativa que comenzó cayendo en su visita al filial del Valladolid (1-0). El Astorga asaltó el Reino (1-2), cayó en La Virgen en el partido aplazado (3-0) y de nuevo en su visita a la Arandina (1-0). Llegaba lo que estaba marcado como un duelo definitivo, la visita a El Plantío, con la Cultural a 6 puntos del Burgos y la necesidad de ganar para acercarse al liderato, aunque el tempranero gol de Santi Santos lo neutralizó un injusto penalti que convirtió Carralero.El objetivo en las últimas jornadas fue el de mantener la segunda plaza en dura pugna con la Arandina, algo que solo consiguió gracias al golaverage tras perder en la última jornada en el Reino ante el Bembibre (0-1) con un gol de Roberto Puente que pudieron ser más si no es por la gran actuación de Diego Calzado.Unión Viera, primer rivalUna circunstancia que despertó todo tipo de dudas sobre la capacidad del equipo en la fase de ascenso, antes de la cual se producía el traspaso de poder de Javier Baena a la Junta Gestora que dirigía Felipe Llamazares.Siendo segundos, la Cultural debía enfrentarse a un cuarto clasificado en la primera ronda de la fase de ascenso, quedando emparejado con el Unión Viera canario. Era uno de los rivales que quería evitar el equipo leonés por un tema económico, las arcas no rebosaban y el viaje a Canarias era el más caro.Y hasta Las Palmas viajó la Cultural para afrontar un partido con trampa, en el que pudieron sentenciar la eliminatoria y del que salieron pidiendo la hora. Santi Santos adelantó a los leoneses y Hedrera, en propia puerta, daba esperanzas al Viera para dar la sorpresa en León. Sin embargo, no tuvo demasiada historia el partido de vuelta, en el que la Cultural se mostró muy superior y venció 4-1 con goles de Mario Villar, Santi Santos y un doblete de Álvaro.Mancha Real, parte de la historiaEn la segunda ronda, repartía la Cultural sus opciones de enfrentarse a un tercero o segundo de grupo al 50%. Siguió sin ponerle las cosas fáciles el bombo que le emparejó con un rival entonces desconocido, pero que ya forma parte de la historia del culturalismo, Mancha Real. El subcampeón del grupo IX era el segundo rival culturalista, que además debería de resolver la eliminatoria en la localidad jienense.Sin pasarapuros ante el Viera, la guerra de Mancha Real precedió a la euforia del ascenso en OviedoUn duelo que se presentaba complicado por el rival, lo complicado del viaje y el césped artificial, pero que en el partido de ida confirmó ir un paso más allá. La Cultural se llevó el partido por la mínima gracias a un tanto de Gonzalo en lo que fue una auténtica guerra. El Mancha Real tenía claro que sus opciones pasaban por llevar la eliminatoria igualada a su campo y se empleó con dureza en un partido en el que reinó la tensión y apenas se jugó entre tánganas y parones.Por si fuera poco, durante toda la semana se calentó el partido de vuelta, en lo que, según se acercaba la hora del partido, más se hablaba de ‘encerrona’. Las redes sociales ardían incluso con amenazas que se salían de la disputa deportiva. Así, en una agobiante tarde en Mancha Real, el culturalismo sufrió lo indecible para meterse en la final por el ascenso. Los locales, con el campo hasta la bandera, metieron a la Cultural en su área y tras la reanudación se adelantaron igualando la eliminatoria.
La presión y el miedo a caer eliminados sobrevolaba también sobre los aficionados leoneses desplazados, pero un gol a falta de un cuarto de hora de falta directa de Raúl Torres hizo estallar de júbilo a los leoneses. Otro gol de golpe franco de Jonathan devolvía la tensión a falta de 10 minutos, pero agarrándose de todas las maneras al resultado la Cultural logró pasar la eliminatoria. Ambas aficiones acabaron el partido aplaudiéndose mutuamente, la rivalidad se quedó en el campo para todos a pesar de la tensión inicial en la que incluso se agredió a algún medio de comunicación leonés.
Una final cerca de casa
Toda la suerte que no tuvo la Cultural en los sorteos anteriores le favoreció en la final. Bien es cierto que no podía resolver el ascenso en su afición, pero casi. El Universidad de Oviedo fue el rival del equipo leonés en una eliminatoria que se decidiría en un campo de San Gregorio ya recordado por todo el culturalismo.Era favorita la Cultural, pero quizás el exceso de confianza jugó en contra de los leoneses, que vieron como el equipo universitario se adelantaba en el Reino de León en el partido de ida. Ortiz, que no había marcado en toda la fase de ascenso, hizo el empate y dejó todo por decidir para la vuelta.
El 30 de junio de 2013, San Gregorio se llenó con más de 2.000 aficionados leoneses que empujaron a su equipo hacia un ascenso épico. Hedrera adelantaría a los culturalistas, pero el conjunto local consiguió llevar la eliminatoria a la prórroga. En ella, David Álvarez inscribió su nombre en la historia del club y en la recta final del encuentro anotó el gol del ascenso que desembocó en una invasión de terreno de juego que obligó a parar el partido varios minutos. Aguantó la Cultural y logró celebrar un ascenso que más que eso fue una salvación.
Después, aún hubo que darle muchas vueltas al famoso aval, una cuestión en la que Luis Cembranos demostró ser mucho más que el técnico del equipo siendo clave para su consecución y el regreso del club a la Segunda División B.