miguel-angel-cercas.jpg

Más paliativos, menos eutanasia (y 1)

08/12/2020
 Actualizado a 08/12/2020
Guardar
Se está tramitando en el Congreso de los Diputados la despenalización de la eutanasia y el auxilio al suicidio, el reconocimiento de un pretendido derecho a morir como una prestación más del sistema público de salud. Me resulta difícil de entender tanta necesidad y urgencia cuando aún estamos enterrando a nuestros miles de muertos por la Covid-19, cuando todos hemos vivido o escuchado historias estremecedoras de personas fallecidas en estos meses sin el consuelo de sus familiares.

Desde hace años, colaboro con la asociación Red Madre. Se ayuda a las mujeres embarazadas, normalmente adolescentes, que se encuentran con problemas psicológicos, dificultades con la familia, con la pareja, económicos… Mi experiencia, y la de miles de voluntarios, confirma que estas chicas, al recibir acompañamiento, siguen con su embarazo y no se plantean el aborto como «la solución a sus problemas».

Del mismo modo, abrir la puerta a la eutanasia ‘compasiva’ y ‘progresista’, me parece una aberración. Todos, por naturaleza, luchamos por vivir. Lo vemos ahora con la distancia social, con el lavado de manos y el uso de mascarillas. Ante una enfermedad crónica, dolorosa, tenemos derecho a cuidados paliativos, a vivir lo que nos quede rodeado de cariño y sin dolor, sin la sombra de duda de ser una carga. En Holanda, tristemente pionera de la legalización de la eutanasia, comenzaron por el dolor físico, se pasó al psíquico hasta alcanzar a los dementes que no pueden ni expresar su voluntad. Ya se habla de la ‘píldora del cansancio de la vida’ que, pronto, podrán comprar en Amazon.

En Bélgica, el ‘dolor insoportable’ necesario, también se aplica a menores sin límites de edad: la oferta genera demanda, si es un derecho la mayoría piensa que es algo bueno. Y es que, abierta la puerta, cuesta abajo y sin frenos.

Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia. Y pronto, si no hacemos algo, España. Para mí, progreso es calidad de vida, amor a la vida, pasión por la vida, proteger la vida. Leyes que no la favorezcan y con medios materiales, económicos, médicos…, me parecen injustas. Contribuyamos a dar sentido a la vida de los demás cuando lo necesiten y no propongamos ‘la solución’ fácil, rápida y barata ante un tema irreversible.

Como dice Marcos Gómez, presidente de honor de la sociedad española de cuidados paliativos: «Cuando a los enfermos les atiendes adecuadamente, dejan de pedir la eutanasia». Recomiendo visionar en Youtube el documental ‘Morir en paz: cuidados paliativos vs. eutanasia’; acercarse a la web ‘plataformalos7000.org’ y leer el completo informe aprobado unánimemente del Comité de Bioética de España sobre el final de la vida y la atención en el proceso de morir donde se habla de la necesidad y urgencia de implementar «una verdadera sociedad del cuidado».
Lo más leído