Dentro de esta filosofía, tres montañeros leoneses que forman parte del club viajaron el pasado fin de semana a la ciudad alicantina de Elda para participar en una iniciativa solidaria que unió la celebración del Día de las Personas con Discapacidad (3 de diciembre) y el Día de la Montaña (11 de diciembre). En la jornada, impulsada por la organización local Cuentamontes, cinco personas con discapacidad –tres física y dos visual– pudieron subir por primera vez al monte Bolón, un lugar simbólico para los vecinos de esta localidad.
Los integrantes del club leonés llevaron a Elda una silla ‘Joelette’ adaptada, con la que trabajan en las rutas inclusivas que realizan tanto en León como en otros puntos del país y que es propiedad de la Federación de Montaña de Castilla y León, y barras direccionales destinadas a guiar a montañeros ciegos que participaron.Junto al equipo humano y material llegado desde León, participaron también en la jornada un grupo de profesores y alumnos de la Facultad de Actividad Física y Deporte de la Universidad Católica de Valencia, que aportaron otras dos sillas adaptadas con las que las personas con discapacidad participantes pudieron subir al Bolón.
Desde Cuentamontes, contaron con el club leonés porque ya conocían su trabajo con las personas con discapacidad y, de hecho, en 2013 Pandetrave recibió el Premio Nacional a la Solidaridad en la Montaña que entrega este colectivo alicantino. Por aquel entonces, ya habían apalabrado con el club leonés hacer una actividad de este tipo en su zona porque «me parecía muy bello lo que estaban haciendo», asegura el presidente Juan Manuel Maestre, y hubo que esperar cuatro años pero se hizo realidad el pasado domingo. «Les pedí ayuda para organizar esta jornada y no dudaron en hacer la kilometrada que hicieron para venir», agradece Maestre asegurando que «es impagable el corazón, la ilusión, la entrega y el cariño a la montaña que tienen» por lo que se siente con «una deuda impagable».
En la jornada de montaña inclusiva hubo más de un centenar de participantes, que ayudaron a subir al Bolón a las cinco personas con discapacidad pujando, no sin esfuerzo, las sillas adaptadas y dirigiendo las barras direccionales para guiar a los que carecían de visión.
Además de la ayuda del club leonés y la universidad valenciana, colaboraron con la iniciativa 22 asociaciones de personas con discapacidad a las que se sumaron la Cruz Roja de Elda y Petrer, Protección Civil o los bomberos, que vigilaron desde el aire que no hubiera ningún problema en la ascensión.
Todos ellos fueron, reconoce Maestre, los verdaderos «héroes» de una jornada solidaria que tuvo también gran repercusión mediática.
Para ellos «era la primera vez que hacían algo parecido», aseguran desde el club Pandetrave, en una zona en la que existe mucha afición por la montaña aunque no tengan grandes cumbres. Participar en esta jornada fue muy gratificante, celebran. A la cumbre del Bolón lograron subir a una de las personas con discapacidad, Daniel Tercero, que siendo durante años administrativo de un club de montaña nunca había subido a «su montaña» y pudo hacerlo gracias a una silla adaptada acompañado por sus familiares.