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Más ciencia, por favor

24/11/2018
 Actualizado a 17/09/2019
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Por si la música ayuda al mensaje, canturreo como Aute: «ciencia, ciencia, ciencia/ más ciencia por favor/ que todo en la vida es ciencia/ y los sueños,/ ciencia son». A la vista de la paliza que ha sufrido el sector estos años, no creo que la canción tenga el mismo éxito que Malamente, de Rosalía, pero también vale su estribillo para definir cómo se trata a la ciencia en España: «malamente (tra, tra)/ mal, muy mal, muy mal, muy mal, muy mal (mira)».

Los científicos que se han ido al exilio son demasiados. Con ellos, sus proyectos de investigación, que serán patentes y avances para otros países. El problema es el de siempre: la ciencia es larga, pero la política suele ser corta. De miras. Para ponerle unas gafas, los científicos hicieron hace unos días ‘Ciencia en el Parlamento’, una actividad con la que piden que la ciencia y la tecnología estén más presentes en la elaboración de las leyes.

Pero mientras leía, entre violines, cómo el presidente del Gobierno hablaba de un Acuerdo por la Ciencia para el retorno de investigadores, escuchaba en la radio la experiencia de los científicos emigrados. Sus dudas, como les corresponde, estaban basadas en lo empírico: ¿volver sí, pero con qué contrato y condiciones, a qué trabajo de investigación y cómo saber que una vez iniciado no pasará lo que ya ocurrió antes? Aquí vuelve Rosalía: «Malamente (tra, tra)».

Una de estas científicas de difícil regreso -y ojalá me equivoque- es la bióloga leonesa Pilar de la Puente. Acaba de ganar el premio internacional Lush por su investigación sobre el cáncer de mama en el estadounidense Sanford Research. De la Puente empezó con modelos de regeneración celular en el Centro de Tejidos de León, pero la falta de recursos hizo imposible su investigación en España. Ahora tiene su propio laboratorio y un millón de dólares de presupuesto.

Hace una semana estuve en la charla que la biotecnóloga y periodista Ángela Bernardo dio en Ponferrada. Bernardo destapó el ‘Caso Nadia’ e investiga sobre salud y políticas públicas en la Fundación Civio. Defendió la importancia de la información sobre ciencia y el control sobre la política sanitaria. Y yo defiendo que haya más como ella, para que las trampas y los magufos queden al desnudo.
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