Más ayudas para los ganaderos que tengan que sacrificar animales por enfermedad

A partir de ahora, los profesionales podrán optar a estas partidas cuando la muerte de cabezas se deba a agalaxia contagiosa, maedi visna u otra dolencia controlada

Ical
18/03/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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  La Consejería de Agricultura y Ganadería ampliará las ayudas a la reposición de ganado a aquellos animales sacrificados voluntariamente tras ser diagnosticados con agalaxia contagiosa, maedi visna o cualquier otra enfermedad frente a la cual se establezcan programas sanitarios de lucha y control.

Así lo establece el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), que publica este lunes la modificación de las bases reguladoras de las ayudas para la compra de ganado bovino, ovino y caprino para la reposición de reses como consecuencia de su sacrificio en aplicación de los programas sanitarios de enfermedades en los rumiantes.

Esta ayuda supone un apoyo económico para reponer animales de las ganaderías afectadas y pretende dar un impulso al sostenimiento de esta actividad en la comunidad, “ayudando al mantenimiento de aquellas explotaciones que han tenido problemas sanitarios”.

La normativa autonómica existente hasta ahora era “muy completa”, ya que recogía la subvención por la reposición de los animales sacrificados en vaciados sanitarios en enfermedades objeto de campaña de saneamiento, como son la brucelosis bovina, ovina y caprina; la tuberculosis bovina; las encefalopatías espongiformes transmisibles y la lengua azul. Y también subvencionaba la reposición de animales diagnosticados de otras enfermedades, entre las que destaca la tuberculosis caprina.

Programas específicos


El Gobierno autonómico ha establecido en los últimos años diversos programas específicos sanitarios para luchar contra enfermedades de los animales que pudieran limitar su comercialización o que pudieran afectar a la competitividad de las explotaciones ganaderas. Es el caso de los programas de lucha contra agalaxia contagiosa y maedi visna, con el objeto de que las explotaciones ganaderas de Castilla y León pudieran calificarse sanitariamente frente a ellas.

La puesta en marcha de estos programas supone una “mejora productiva importante” y además contribuye a la apertura de mercados desde su inicio, lo que confiere una ventaja inmediata para los ganaderos incluidos en estos programas de control, dado que el estar en ellos “se exime a los ganaderos de la obligación de obtener la certificación sanitaria a proveedores que exige la normativa nacional para exportar productos lácteos”.

En el caso de agalaxia contagiosa y maedi visna, Castilla y León es pionera a nivel nacional en el establecimiento de los programas sanitarios, y en el entorno europeo solo Francia ha implantado un programa oficial de control de agalaxia contagiosa.

Adicionalmente, dado que los machos ovinos resistentes a la enfermedad de ‘scrapie’ no son muy abundantes y ello repercute en el precio de compra, se ha optado por incluirlos en la ayuda, de manera que las explotaciones de ovino y caprino que pudieran estar afectadas por esta dolencia pudieran subvencionar la adquisición de machos genéticamente resistentes a esta enfermedad que colaboren a la mejora sanitaria del rebaño.

Avances en sanidad animal


La Junta destacó que en Castilla y León los avances favorables en la lucha frente a estas enfermedades “han sido posibles gracias al esfuerzo y colaboración del sector ganadero y la Administración regional”. Por ello, el estatus sanitario alcanzado por las explotaciones ganaderas de la comunidad les permite acceder con ventaja a los mercados de animales vivos y sus productos. En 2018, en el caso de la brucelosis bovina, la UE ha declarado las provincias de Burgos, Soria, Valladolid y Zamora como oficialmente libres.

Respecto a la tuberculosis bovina, el avance es “paulatino y constante”. La prevalencia (número de explotaciones positivas sobre el total de explotaciones saneadas) se cifró en 2017 en el 1,63 por ciento. En sólo cuatro años se ha reducido en el 43 por ciento. Estos datos suponen una “consolidación del estatus sanitario regional, lo cual distancia a los ganaderos de bovino castellanos y leoneses de otras comunidades competidoras”.
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