Más allá del carbón y con una elevada inserción laboral

«En esta tierra los estudios de Minas van siempre ligados a la minería del carbón y es una percepción falsa porque esta formación te da opciones para trabajar en obra civil o instalaciones energéticas de todo tipo». Las palabras de Jorge Blanes Peiró, director de la Escuela Superior y Técnica de Ingenieros de Minas, son reveladoras a la hora de entender cómo, en la última década, la crisis de la minería en León ha provocado un descenso de matrícula en su oferta de titulaciones. Sin embargo, su elevado nivel de inserción laboral en una amplitud de campos vinculados a los recursos energéticos, se alza como uno de los principales atractivos de la Escuela.

Los Grados en Ingeniería Minera, Ingeniería de la Energía y los estudios en el Campus de Ponferrada de Geomática y Topografía, además del Doble Grado en Minas y Energía, configuran la oferta de titulaciones de la Escuela, que se completa con el Master en Ingeniería Minera y Recursos Energéticos en el que se han inscrito este año un total de 39 universitarios. «La mayoría de nuestros alumnos al concluir los estudios de Grado, cursan este Máster –explica Blanes Perió– y al acabar todos encuentran trabajo, la inserción laboral de nuestros estudiantes de master es absoluta, quizás también porque incluso antes de finalizar ya han realizado prácticas en empresas y son éstas las que les ofrecen quedarse». Una muestra de la elevada empleabilidad son los casos de tres alumnos que están actualmente en el metro de Hong Kong con la empresa Acciona, otros dos estudiantes empleados en la planta de extracción de petróleo que tiene Repsol en Estados Unidos, y otros dos graduados trabajando en el diseño de subestaciones blindadas en Suiza.

El director de la Escuela de Minas de la ULE subraya que el descenso de matrícula en la última década «es algo coyuntural y cíclico», al tiempo que incide en el hecho de que cuando hablamos de minería «nos referimos a minería de piedra ornamental, minería metálica, extracciones de agua, temas de explosivos y de aprovechamiento de recursos energéticos». En este sentido, destaca que es importante «dar visibilidad al potencial profesional que contienen los estudios de nuestra escuela, a las numerosas actividades que impulsamos relacionadas con los recursos energéticos y a la diversidad de posibilidades de empleo para nuestros ingenieros, solo así volveremos a los niveles de matrícula de entonces cuando registrábamos una media cien alumnos».

Para cumplir con una excelente formación, el centro se ha consolidado como referente gracias a las modernas y completas instalaciones que alberga, como seis laboratorios y una Smart grid, la primera adaptación en España de una red eléctrica inteligente instalada en un laboratorio docente y que permite el estudio de las energías renovables. La formación académica se ve complementada con las prácticas curriculares y extra-curriculares a través de las empresas con las que la Escuela mantiene suscritos varios acuerdos. Así, en la actualidad 25 estudiantes desarrollan prácticas curriculares en organismos como Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Endesa, Peal, Gersul, Cupa, y Junta de Castilla y León; y una treintena de alumnos están en prácticas extra-curriculares a través de convenios específicos con entidades comoRed Eléctrica o Repsol.

Una de las titulaciones ofertadas en el Campus de Ponferrada que cada día está ganando más adeptos es el Grado en Ingeniería en Geomática y Topografía, unos estudios que han ampliado las competencias del anterior título de Ingeniero Técnico en Topografía con otras nuevas relacionadas con la Geomática, tales como Conocimiento y Aplicación de Técnicas de Datos Espaciales y Tratamiento de Imágenes Digitales procedentes de sensores aerotransportados y satélites. Competencias que abren nuevos campos de trabajo al Ingeniero en Geomática. Las salidas profesionales del Ingeniero en Geomática y Topografía se han incrementado enormemente, desde los clásicos trabajos de levantamientos topográficos, parcelación, deslindes, controles geométricos, replanteos de obra, etc, hasta la actual demanda de trabajos apoyados en las nuevas tecnologías como la creación y uso de los Sistemas de Información Geográfica (SIG), captura y tratamiento de datos procedentes de sensores aerotransportados o Geomarketing.