Martínez Majo: "Mauricio y Fulgencio conocen mejor que nadie cada rincón de la provincia"

El libro de la exposición ‘Contracrónicas’ tuvo su primera puesta de largo en el Salón de Plenos de la Diputación Provincial y este jueves se presenta en la fiesta literaria de la editorial Camparredonda

Joaquín Revuelta
10/04/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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El libro ‘Contracrónicas’ (Camparredonda), que complementa la exposición del mismo título inaugurada el pasado 19 de marzo y que puede visitarse en el Museo Gaudí Casa Botines hasta el 28 de abril, tuvo su primera puesta de largo este miércoles en el salón de plenos de la Diputación Provincial con la presencia de sus dos principales artífices, los periodistas Mauricio Peña y Fulgencio Fernández, responsables de las contraportadas que a diario se publican en La Nueva Crónica y de las que se han seleccionado algo más de medio centenar para una publicación que se ofrece a los lectores el próximo domingo al precio de 11,95 euros con la compra del ejemplar del día y que este jueves protagonizará una nueva presentación en la fiesta literaria anual de la editorial que dirige Gregorio Fernández Castañón y que tendrá como escenario el Centro Cívico León Oeste del Crucero, de la que se ofrece información en estas páginas.

El presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, en calidad de anfitrión y acompañado por el diputado de Cultura, Miguel Ángel Fernández, y del asesor cultural, Adolfo Alonso Ares, tuvo palabras de reconocimiento a la labor desempeñada por los dos periodistas leoneses, al tiempo que felicitó al director de La Nueva Crónica, David Rubio, presente en el acto junto con el director general Carlos Rebollar y varios periodistas del rotativo leonés, por una iniciativa que tiene ya un largo recorrido (más de tres mil publicadas), pues se inició con la desaparecida La Crónica de León y ha continuado con La Nueva Crónica. «Yo creo que tanto Fulgencio como Mauricio tienen esa visión distinta de nuestro mundo rural, incluso de los tacones de nuestra diputada de Servicios Sociales, ese ojo yo no diría crítico sino ese ojo que ve lo que otros no ven», destacó el máximo responsable de la institución provincial, quien reconoció que el libro «recoge una parte muy pequeña de todo el trabajo y de todo el esfuerzo que supone sintetizar en una sola fotografía y en pocas palabras una realidad social de nuestra provincia», declaró Martínez Majo, quien concluyó que ambos «conocen mejor que nadie cada lugar y cada rincón de la provincia», por lo que considera que es obligado que la exposición, tras su paso por Casa Botines, pueda ser vista en el Museo Etnográfico Provincial de Mansilla de las Mulas y que recorra después la provincia, pues de ella se nutre gran parte de las contraportadas publicadas por Mauricio y Fulgencio en este periódico.

Fulgencio Fernández recogió el guante del presidente y se mostró encantado de que la exposición pueda ser visitada en un museo como el Etnográfico Provincial al que tiene un especial aprecio, tanto por la figura de José Ramón Ortiz, director del centro hasta su muerte, como del propio museo capaz de albergar piezas para Fernández tan especiales como la primera hebilla del cinto de campeón provincial de ‘El Sastrín de Rucayo’. «A todos los pueblos donde se pueda ir, ya estoy de camino», aseguró el periodista y escritor de Cármenes, para quien «la respuesta está en los bares» e hizo alusión a dos dichos –‘En este bar no se prohibe cantar pero tiene muy mala acústica’ o ‘Amanece un día precioso, verás como viene alguien y lo jode’– para describir en el caso del segundo lo que piensa a diario cuando abre la foto de Mauricio. «Amaneció una contra preciosa, a ver si no la jodo», espetó Fernández, para quien no es nada fácil mantener el nivel de la foto que cada día le ofrece su compañero. «¿Cómo abordo esta tarea cada día?, pues con el espíritu del primer dicho al que antes hacía alusión, que es otra manera de decir que acudiendo a nuestra tradición, a esa ironía tan leonesa que llaman socarronería, a ese contar historias, a ese abrir puertas para que los demás las crucen, a ese decir las cosas con un cierto sentido del humor para no ser agresivos, con el fin de robar una sonrisa al lector y aliviarle de paso de las excesivas descalificaciones y saturación de sucesos de los que cada día se nutren los periódicos. Eso es lo que trato de hacer, decir algunas cosas que no hurguen en la herida y que alimenten las autoestimas».

Por su parte, el fotoperiodista Mauricio Peña también se sumó a la iniciativa del presidente para que la exposición pueda recorrer los pueblos y aseguró que más de la mitad de las tres mil contraportadas publicadas corresponden a la provincia, de la que aseguró «es la reserva que nos queda a los que ya estamos de retirada y en la que todavía podemos tener una cierta libertad para trabajar en esta profesión», reconoció el periodista gráfico de La Nueva Crónica, a quien cada vez se le hace más difícil desempeñar su oficio en eventos políticos o deportivos que tienen lugar en la capital. «Cuando vamos a los pueblos te reciben de manera muy diferente, te agradecen que vayas a verles, que estés con ellos, son personas agradecidas y te dan un juego impresionante», reconoció Peña, para quien el éxito de la contraportada radica en que «yo meto la foto y Ful escribe lo que le da la gana, y ese ir cada uno por libre es lo que ha hecho que la página funcione».
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