Martínez Llamas habla de su última novela en la Cope

El médico y escritor Antonio Martínez Llamas fue este miércoles el invitado del programa de la Cope ‘Entre nosotras’, donde habló de su más reciente novela, ‘Blues en la habitación 143’ (Eolas Ediciones), con la que se aleja temporalmente del género histórico que hasta la fecha había practicado el autor de ‘La flor de la peste’ y ‘La dama de Arintero’, para abordar la relación entre un hombre casado y una mujer más joven, que para el autor «es lo habitual hoy en día», por lo que no dudó en calificar su relato de «actual», que se refleja tanto en la estructura de la narración como la utilización que hace de los diálogos. «Con actual quiero decir algo que realmente está pasando», subrayó Martínez Llamas, quien rehusó contestar a la pregunta de si la novela podía tener un componente autobiográfico, asegurando que las novelas «nunca deben de ser del yo, porque lo de uno mismo siempre es muy limitado», si bien reconoció que como cualquier escrito «siempre hay parte del autor» pero que en este caso no se puede hablar de una novela autobiográfica «en el sentido estricto del término».

Para Martínez Llamas es lógico que alguien que ha ejercido la medicina durante tantos años haya sido testigo de situaciones que pueden servir de inspiración a sus libros de ficción. «El médico entra en todas las casas y se sienta en muchas camas. Cuando tu traspasas la puerta entras en un territorio de muchas confidencias. Si luego eres un poco observador te encuentras con situaciones que son puramente literarias, del tipo que se quiera. Después hay que saber transcribirlas a un texto. Pero las experiencias de un médico, sobre todo los que nos hemos movido en el medio rural, son muy próximas en el sentido de que sabemos secretos familiares que a veces no los sabe ni el cónyuge», argumenta el autor, para quien la comparación con el cura no procede «porque afortunadamente nos encontramos en una sociedad bastante laica».

Martínez Llamas reconoce que su última novela puede sorprender a algunos lectores por la utilización de ciertas expresiones que pueden, como se solía decir antaño, ‘herir la sensibilidad del lector’. «En las relaciones sexuales ya no se dice hacer uso del matrimonio o cumplir con la parienta. La evolución de la sociedad en este sentido ha tomado otra dirección y una novela tiene que ser fiel testigo del tiempo en que está narrada», sostiene el autor, para quien el desenlace de la novela «no se puede intuir y es algo que puede pasar en una habitación cuando el destino te la tiene jugada».