Mario Morla: "El jazz y la música clásica están más conectados de lo que parece"

El pianista leonés imparte una ‘masterclass’ a profesores del Conservatorio de Astorga y participa en la segunda parte del concierto que este fin de semana protagoniza Javier Arias

Vicente García
29/01/2020
 Actualizado a 29/01/2020
Mario Morla en los teclados acompañando al saxofonista leonés Lugotti en una actuación en el Teatro San Francisco. | VICENTE GARCÍA
Mario Morla en los teclados acompañando al saxofonista leonés Lugotti en una actuación en el Teatro San Francisco. | VICENTE GARCÍA
Mario Morla es un joven pianista que a lo largo de su vida se ha formado como tal y que ha actuado con músicos muy importantes del panorama español tanto en León como fuera, formando grupos musicales y colaborando con otros muy reconocidos. Es estos días está impartiendo una 'masterclass' en Astorga a profesores del Conservatorio de esa ciudad, una actividad, la educativa que complementa perfectamente con su tarea interpretativa. Su sonrisa transparente y su modo de acceder a realizar esta entrevista hacen que sus palabras cobren un valor y fuerza especiales.

–¿Cual es tu actividad enseñando a los docentes de música en Astorga?
–Actualmente estoy impartiendo el curso ‘Iniciación a la improvisación’ en el Conservatorio Profesional de Música ‘Ángel Barja’ de Astorga. Es un curso de formación al profesorado del conservatorio de 10 horas de duración, en tres sesiones intensivas realizadas durante tres semanas. El objetivo que persigo con este curso es que comprendan la variedad de posibilidades que puede haber más allá de una partitura; trascender a ella y hacer música que no está escrita. Hay que quitar ese miedo atroz a crear música espontáneamente; pretendo que entiendan que el jazz y la música clásica –con la que ellos están más familiarizados– están más conectados de lo que parece. Muchos de los grandes compositores, como Bach, eran improvisadores, y parte de su obra tiene origen precisamente en la improvisación. Creo que la improvisación es un pilar fundamental dentro de la formación de un músico, y quizás se ha dejado de lado dentro de los conservatorios y escuelas de música. Por eso quiero transmitirles herramientas que puedan utilizar ellos mismos, y que a su vez ellos puedan enseñar a sus alumnos. El curso parte de los conocimientos que tienen los asistentes. Al principio intento adaptarme a ellos, y a partir de ahí avanzamos trabajando tipos de acordes y su cifrado, escalas, arpegios, estructuras melódicas y su combinación para crear frases musicales, intercambio modal, rearmonización, análisis de standards, etc. Trato de crear un clima cómodo, de participación, que se convierta en un taller eminentemente práctico, y que así puedan experimentarlo en primera persona sacándole el máximo provecho.

–A grandes líneas ¿Tienes nuevos proyectos para trabajar?
–Ahora mismo estoy preparando junto a Javi Baíllo, Pepe López, Juan Galiardo y José Luis Gómez la presentación de ‘Nice and Easy’, el nuevo disco de Javier Arias, que tendrá lugar este viernes en el Auditorio de León, el sábado en la Sala Río Selmo de Ponferrada, y el domingo en el Teatro Municipal de la Bañeza. También estoy trabajando en el nuevo material de Goodman Collective, que muy pronto verá la luz; por otro lado, sigo con Mocedades en su gira por España; y con EVO, trío de jazz, funk y electrónica que integramos Iván Taca, Miguel Ángel Fuertes y yo. Estamos en plena composición de obras nuevas, entre otras cosas que irán desvelándose poco a poco.

–¿Como ves la situación musical en León?
–Creo que León tiene una escena musical muy variada que va creciendo año a año: el Festival de Órgano, los conciertos de la Fundación Eutherpe, el Ciclo de Músicas Históricas, el Área de Actividades Culturales de la Universidad de León, los festivales de jazz, el Purple Weekend, etc. Pero no todo se reduce a esos grandes eventos, hay músicos independientes que trabajan día a día en la sombra, casi de forma anónima, intentando crear un producto musical que intente seducir al publico leonés. En León se hace cada vez más música de mejor calidad, y creo que no se valora suficientemente el esfuerzo de todos esos músicos que deciden apostar por lo suyo, por su producto. Vivir de la música en León es complicado… ‘sobrevivir’ es quizás la palabra más adecuada.

–¿Qué sobra o falta en el panorama musical leonés actual?
–Es importante mejorar los canales de difusión musical; es decir, si tengo un producto entre manos, cómo y de qué manera puedo acercarme al publico. A día de hoy creo que la mejor manera sigue siendo el concierto. En León, tenemos temporadas en las que apenas existe programación musical, y otras épocas en las que afortunadamente la oferta de conciertos es diaria y de lo mas variada. Por ejemplo, en junio, durante las fiestas de León. Y a pesar de ello, creo que tenemos muy desaprovechado el verano en la ciudad.Hay múltiples plazas públicas donde se podrían hacer, por ejemplo, ciclos de música al aire libre, conciertos, etc. El verano pasado tuve la suerte de tocar con Doctor Bogarde y Goodman Collective en el Festival Noches de Viriato (Zamora), y me pareció un formato de lo más interesante para esas noches calurosas de verano del que podríamos disfrutar en León. Por otro lado, me da pena que la Orquesta Sinfónica Ciudad de León ‘Odón Alonso’, que es uno de los valores musicales de la ciudad, no pueda estar mucho más presente en la programación musical de la provincia, como ocurría hace años.

– ¿Qué opinas de la enseñanza de música en León?
–Personalmente he tenido grandes profesores en León: Mariló Gutierrez, mi profesora de piano en el conservatorio, y Julio Aller, que años después me abriría las puertas a una nueva dimensión dentro de la música. Creo que, en general, la enseñanza musical en León es una enseñanza de nivel, hay profesores muy cualificados. Personalmente, allí donde trabajo, yo intento transmitir el amor por la música y el piano a mis alumnos. Creo que todos los docentes contamos con dos modelos de alumnos: los que estudian música como complemento a su educación y los que estudian música porque es su vocación. Independientemente de cual sea su objetivo, creo que lo importante es conseguir desarrollar la sensibilidad del alumno, ante todo que disfrute con lo que está haciendo. Para mí sería un gran logro conseguir que un niño cambie estar con el móvil por tocar el piano. Por otro lado, son tiempos difíciles para el Conservatorio de León donde tantas personas nos hemos formado. Cuántos años batallando por un edificio nuevo con la calidad que merece, protestas, movilizaciones… y no terminaron en los bajos del campo de fútbol de milagro. Y ahora que parece que el proyecto empieza a ver la luz, tiene todavía algunas fisuras… en fin.

–¿Cual es tu experiencia en ese ámbito?
–Soy un músico de formación clásica, pero en los últimos ocho años me he formado con extraordinarios profesionales del jazz, como Julio Aller, Juan Galiardo, Juan Méndez etc., y a cursos y masterclasses de Chick Corea, Richard Bona, Alfredo Rodríguez, Antonio Serrano, etc.

–¿Cómo ves el futuro de la música leonesa a partir de la realidad actual?
– Lo veo con optimismo. Hay grandes músicos en León, con mucha iniciativa y grandes ideas. Pero el futuro de la música leonesa también dependerá de la voluntad de las instituciones para promover eventos que nos permitan tener visibilidad.

–¿Que esperas de la sociedad leonesa en su relación con el panorama musical?
–Espero que la sociedad leonesa siga apostando por músicos locales, que consuma la cultura de aquí, porque es muy rica y muy variada, que la comparta y la disfrute. No se necesita ir fuera para encontrar música de calidad y excepcionales artistas.
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