María Giménez: "Yo siempre trabajo con las dinámicas de la naturaleza"

La actriz leonesa impartirá el taller ‘Creación de personajes’ del 4 al 6 de febrero en el Aula T de Teatro mientras última las fechas de su regreso a León y Ponferrada con una versión ampliada del monólogo ‘Elizabeth Siddall’, al que ha incorporado tres nuevas escenas

Joaquín Revuelta
26/01/2022
 Actualizado a 26/01/2022
La actriz astur-leonesa María Giménez de Cala. | JAVIER MANTRANA
La actriz astur-leonesa María Giménez de Cala. | JAVIER MANTRANA
La actriz leonesa, aunque avilesina de origen y afincada en Madrid, María Giménez de Cala, impartirá el taller ‘Creación de personajes’ en la escuela Aula T de Teatro del 4 al 6 de febrero. Esta faceta pedagógica se suma a una trayectoria profesional de la que en León hemos tenido buena constancia a través de sus montajes más aclamados: ‘Esperanza’, que tuvo su estreno en septiembre de 2013 en Espacio Vías y con el que retornó meses más tarde con una nueva representación en el Teatro El Albéitar, y ‘Elizabeth Siddall’, un monólogo inspirado en la que fuera poeta, pintora y modelo del célebre cuadro ‘Ofelia’ de John Everett Mill, que se estrenó en junio de 2019 en el teatro de la ULE y cuyo periplo por otras capitales se vio interrumpido, como todo, a consecuencia de la pandemia. «He empezado el año con mucha energía y, la verdad, espero que sea mejor que el año pasado, que por el tema del covid ha estado todo bastante paradillo», reconoce la actriz. «Ahora estoy activando un poco todo. Me llamaron para impartir un taller de teatro y lo cierto es que me ha hecho mucha ilusión», confiesa Giménez de Cala, cuyas últimas representaciones de ‘Elizabeth Siddall’ se desarrollaron en Castilla y León gracias a un ciclo escénico promovido por la Junta. «La última actuación tuvo lugar en Segovia y fue maravilloso. Pero en Madrid estoy teniendo más problemas para poder exhibir la obra porque al estar ya estrenada es como que pierde valor. Es terrible porque estuvo solo dos meses en cartel», se lamenta María, cuya idea es volver a Ponferrada y a León con un montaje que ha experimentado algunas modificaciones con relación al que pudo verse en 2019. «Cuando estrené en León la obra acababa de salir del cascarón. Entre tanto hubo un cambio de director y escribí tres escenas más, por lo que la pieza ha cambiado bastante y la gente que haya visto la representación primitiva podrá comprobar que se trata de una obra nueva, porque tiene un aire más fresco y resulta más dinámica en su puesta en escena. Entonces mi idea es volver a León, por lo que estoy haciendo gestiones para actuar en el Teatro San Francisco, pues tenía con ellos un compromiso que se tuvo que anular por el covid. También quiero ir al Bierzo, por lo que esos dos bolos los tengo aún en el aire pendientes de fechas».

Sobre la posibilidad de recuperar las funciones de ‘Elizabeth Siddall’ en Madrid, la actriz María Giménez de Cala comenta que el estreno tuvo lugar en una sala alternativa que tiene mucho prestigio pero que cuenta con un aforo reducido a 50 espectadores. «Mi idea es dar un paso adelante y estrenar la obra en una sala un poquito más grande. Pero es complicado porque este tipo de salas quieren obras que no se hayan estrenado previamente. En este sentido estoy teniendo alguna dificultad, pero haciendo hincapié y moviéndome mucho espero poder alcanzar mi objetivo de que la renovada ‘Elizabeth Siddall’ pueda ser estrenada en mejores condiciones», declara la actriz, que volviendo al taller que impartirá los primeros días de febrero en la capital leonesa recuerda que antes de la pandemia había hablado con Mercedes Saiz, responsable de Aula T, de la posibilidad de impartir un taller de interpretación que ahora se ha visto materializado en un taller de creación de personajes, un taller de interpretación donde el actor es también creador. «Voy a preparar a los actores para que cuando tengan una propuesta de dirección de un personaje, cuando tengan que preparar una prueba, ya sea para teatro o para cine, sepa qué hacer con ese personaje desde su propia creatividad, aportar herramientas para que ese actor se enfrente en solitario a la construcción de un personaje. Muchas veces el actor está solo en su casa y de repente se encuentra con un texto con mucha información que no sabe procesar. En este sentido yo les ayudó a discernir y a encontrar el camino que debe seguir. Si se trata de un personaje tierra o es más aire, porque, como bien sabes, yo siempre trabajo con las dinámicas de la naturaleza para encontrar sentido donde quieres darle sentido en función del texto y de lo que nos pidan también», destaca Giménez.Sobre el momento que vive el sector cultural en general y las artes escénicas en particular, la actriz leonesa confirma la complicada situación que ha dejado la pandemia. «Desde mi propia experiencia y por lo que veo dentro del mundillo en el que me muevo, el tema está realmente difícil. El otro día hablando con Carolina África, que acaba de estrenar ‘El cuaderno de Pitágoras’ en el Teatro Valle-Inclán, me comentaba que habían tenido que cancelar las funciones, y que los ensayos se vienen realizando a través de la plataforma Zoom porque los actores están confinados en su domicilio tras haber dado positivo por covid. Es una situación complicada y la gente del sector lo está pasando muy mal. Los creadores no paramos de hacer propuestas pero en la situación actual todo resulta muy difícil porque la pandemia ha sido brutal. Muchas salas han tenido que cerrar, muchos profesionales que se han visto obligados a trabajar en otra cosa. Es una tristeza muy grande, la verdad».A la pregunta de cómo ha sido la evolución de María Giménez de aquella interpretación de ‘Esperanza’ que exigió por su parte una gran transformación física y psicológica por las exigencias del personaje a la que aparece ahora en ‘Elizabeth Siddal’, donde se establece un proceso de identificación mucho mayor con el personaje, la actriz reconoce que con ‘Elizabeth’ lleva hasta la fecha trece funciones con públicos diferentes pero considera que este personaje ha propiciado un mayor conocimiento de la actriz. «En el primer proyecto sales con toda la energía, con todas las ganas pero también con toda la inexperiencia. En el caso de ‘Elizabeth’, al haber podido hacer funciones bastante seguidas y con públicos diferentes, sobre todo el de Madrid que es muy exigente, me ha dado un poso que antes no tenía. La obra ha sido como una escuela de aprendizaje muy grande. Luego, sí que es verdad que la crítica que me hizo Javier Vallejo en El País supuso para mí un enorme revulsivo y además me dio muchísimo peso en una plaza tan complicada como Madrid. Fue dos veces a verme a la sala El Umbral de Primavera y la verdad que la segunda vez estaba temblando porque pensaba que volvía para buscarme los fallos, pero lejos de eso me hizo una crítica con la que lloré de emoción. Recuerdo que me llamó mi hermana diciendo que estaba brindando con champán. La verdad es que fue para mí un momento muy dulce que dos meses después se vio súbitamente interrumpido por el confinamiento», recuerda Giménez de Cala.

«Esa crítica de Javier Vallejo en el suplemento Babelia de El País me ha dado una visibilidad que hasta entonces no había tenido», reconoce la actriz leonesa. «Este es un trabajo muy solitario y muy duro, donde tienes que enfrentarte a todo tipo de adversidades, tienes a mucha gente que te acompaña en la travesía, y comentarios como aquel te aportan una inyección de moral y te confirma que en realidad no andaba mal encaminada cuando decidí seguir esta profesión».
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