Manzanedo sí ablandó a Carrete

Hay una anécdota que ilustra muy bien lo que Manzanedo era para Carrete. Después de una cena con la prensa deportiva leonesa Carrete fue a tomar una copa "con los últimos"

Fulgencio Fernández
29/01/2020
 Actualizado a 29/01/2020
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Los valencianistas que recalaron en la Cultural no se puede negar que fueron nombres de ‘fuste’ en el fútbol. Uno fue Raúl Ibáñez, que llegó a León en la temporada 2001 y jugó aquí tres años. Era una de esas promesas que había protagonizado ríos de tinta después de una irrupción espectacular en el Valencia con numerosos reportajes de «el otro Raúl» (coincidió en el tiempo con el siete madridista) marcando un gol antológico, de esos que hoy se repetirían una y otra vez, ante el Betis. Su estrella fue decayendo, pasó por Levante, Elche, Puebla de Méjico, Valladolid y llegó a León. Despertó interés, mostró su calidad a días e hizo una buena primera temporada, con 8 goles, algunos de artista. En la segunda ya solo marcó 2 y en la última se quedó en 3.  

Pero los grandes nombres fueron Pepe Carrete y José Luis Fernández Manzanedo. Los dos aparecen en una alineación histórica para los valencianistas, la que le ganó la final de la Copa del Rey al Real Madrid en 1979, con el matador Kempes.

Los dos antiguos compañeros coincidieron en León en la etapa de Carrete como entrenador, que fue quien porfió para que Manzanedo recalara en León, haciendo unas excelentes temporadas, mostrando sus cualidades de portero sobrio, dominador del área y siempre bien colocado.

Hay una anécdota que ilustra muy bien lo que Manzanedo era para Carrete. Después de una cena con la prensa deportiva leonesa Carrete fue a tomar una copa «con los últimos» y recalaron en uno de los pubs de moda de la época, en el Burgo. Allí estaba un jugador de la Cultural, berciano él, con el que Carrete había tenido algunos desencuentros por motivos disciplinarios y es de sobra conocida la dureza del asturiano en estos asuntos. Se fue a por él, le dio una bronca terrible, el jugador se fue y al día siguiente le apartó del equipo por unas semanas.

Volvió sonriente Carrete al grupo y un periodista le preguntó:

- Pepe, ¿y si en vez de éste el que hubiera estado tomando una copa fuera Fernández Manzanedo?
- Pues habríamos tenido que ir nosotros a otro pub, ‘amigu’.
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